La cineasta Kelly Reichardt presentó ayer en Venecia “Night Moves”, película que compite en la sección oficial de la 70 edición de La Mostra.
Dakota Fanning, Jesse Eisenberg y Peter Sarsgaard protagonizan esta historia sobre “las ambigüedades de la naturaleza humana” y no tanto sobre el terrorismo medioambiental.
La realizadora asegura que no quiere lanzar mensajes, aunque afirmó que “hay radicalismo en todas partes pero es un radicalismo aceptado porque la gente gana dinero”.
Reichardt mencionó a la petrolera BP o al Banco Mundial como ejemplos de una política radical que ha llevado a la destrucción de gran parte de la masa verde del planeta, pese a lo cual no se mostró a favor de las acciones que llevan a cabo los protagonistas de su película.
Eisenberg, Fanning y Sarsgaard son tres jóvenes que viven en Oregón y están muy concienciados con la situación del medioambiente, por lo que cruzan la línea y pasan a acciones terroristas de denuncia para reivindicar sus ideas.
“No es un filme de mensaje. Es sobre estos tres personales y sus sentimientos”, afirmó Reichardt, que sin embargo resaltó que el paisaje en Oregón ha sido fuertemente modificado por la acción del hombre y eso es algo que afecta mucho a la gente de allí, publicó Efe.
Reichardt se centra en la vida de las familias que poseen granjas ecológicas, en las que tratan de ser autosuficientes y minimizar su huella en el planeta.
“Todos mis filmes comienzan a desarrollarse con un paisaje, una imagen en mente”, explicó la realizadora de películas como “Meek’s cutoff” (2010) o “Wendy and Lucy” (2008).
A partir de ahí involucró en la historia a unos actores que poco o nada tenían que ver con sus personajes a interpretar.
“No era consciente de la gente dogmática desde el punto de vista medioambiental”, reconoció Eisenberg, que vive en Nueva York donde lo más cerca que está de estas cuestiones es a través del reciclaje de las basuras.
Al igual que Fanning, que tampoco conocía en profundidad estos temas pero asegura que una vez que estás en Oregón es imposible no notar cambios como los producidos al desviar el cauce de los ríos para que se dirijan hacia las presas.
Un guión que le atrajo inmediatamente por la historia en sí misma pero, sobre todo, por la posibilidad de trabajar con Reichardt. “Soy una gran fan de su trabajo. Estaba emocionada por el hecho de participar en algo que ella dirigiera”, afirmó sonriente la actriz, que a sus 19 años ya tienen títulos a sus espaldas como “I am Sam” “Nine lives” o “Push”.

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