Solidarizados con la feligresía, sacerdotes de la Diócesis de Celaya hacen oración para que la violencia cese y haya paz en la región. Entrevistados por AM reconocieron que la inseguridad que aqueja al estado es una preocupación que hay entre el pueblo católico.
El padre Héctor Ramírez está al frente de la parroquia de San Pedro, en la comunidad de San Pedro Tenango, Apaseo el Grande, uno de los municipios donde más asesinatos han ocurrido en los últimos meses. Afirmó que los fieles le han expresado su inquietud por la inseguridad.
“De hecho ya hemos tenido algunos connatos de violencia en la comunidad y sí es algo que le preocupa al pueblo pero oramos y pedimos la protección de Dios, y a ellos les difundimos un mensaje de amor, de paz y de perdón”, expresó el sacerdote.
Lo mismo ocurre en la parroquia de Cristo Rey, en Dolores Hidalgo, donde al padre Gumersindo Cortés también se han acercado los feligreses preocupados por la delincuencia y sus causas.
“Veo la preocupación ahora más que antes”, reconoció.
El padre Ezequiel, quien no quiso precisar su apellido, consideró que la situación de violencia que vive el estado, se debe a que el ser humano tiende a alejarse de la perfección, lo que ha orillado a la sociedad a apostar por ser mejores a través de la fe, la educación, la formación en valores y otras alternativas.
“En este caso, a la iglesia le toca ser formador de quienes tenemos en nuestro encargo, los niños, los jóvenes, empezar desde esta etapa para que sean mejores personas.
“Desafortunamente a la Iglesia no llegan las personas que son generadoras de la violencia, pero transmitimos el mensaje de paz a quienes tenemos en nuestro encargo y confiamos en que vaya teniendo efecto “, expresó el sacerdote del Seminario Diocesano.
Los sacerdotes coincidieron en que promover y orar por la paz, es clave para que mejore la situación.
