Dos victorias seguidas no te arreglan la vida, ¡ah, pero cómo te la alegran!
Hoy se sonríe en León luego de una victoria que se debía a conciencia y que tenía que llegar sea como fuere, jugando bien o mal pero ganar por ganar en el Glorioso.
Contra Veracruz fue ‘el partido de la primera vez’ en el torneo: logró su primer triunfo como local, primera vez que hilvanó dos victorias, también primera ocasión que anotó más de dos goles en un encuentro, ligó dos juegos sin gol en contra y uno de sus futbolistas marcó un doblete.
El estar con el mote del peor equipo del campeonato era un auténtico viacrucis dada la dignidad de un club con siete títulos en su historia, y si bien debemos ser realistas y decir que no se ha llegado a la gloria, se siente que este conjunto vive de nueva cuenta.
El partido contra los escualos no fue nada fácil. Los del ‘Cabezón’ Luna salieron a no perder como quien se aferra a evitar hundirse en el infierno del Ascenso MX.
Odiosas son las comparaciones. La Fiera es una con el ‘Recodo’, Cornejo o Novaretti en la contención, pero otra y muy diferente con Alexander Mejía.
El colombiano no está ni siquiera al cien y logra imponer sus condiciones en el medio terreno. Es de esos futbolistas que cubren, roban, tocan y piden sin temor la pelota para enviarla al frente, cambian de sentido en el momento justo y modulan el ritmo de juego al son que se requiere.
Fernando Navarro es otro, fortalece la recuperación de la pelota y afianza el ataque desde varias zonas del campo. Javier Torrente tiene ahora un bonito y difícil dilema con ‘Navarrito’ recuperado y un Carlos Guzmán que ha hecho lo suficiente para mantenerse como titular en la lateral.
El que también despertó fue Andrés Andrade con su primer partido satisfactorio del uno al 90. Hasta se dio su tiempo de discutir con Torrente sobre la línea de banda, pero lo que dejó en la cancha es elogiable.
Ya era tiempo que el ‘Rifle’ detonara pues a eso vino a La Fiera, a marcar diferencia en los partidos y la verdad sea dicha, no lo había hecho tan cabal como contra los porteños.
Ahora, vienen dos visitas con una dificultad peculiar, mañana en fecha pendiente contra Jaguares, que ha sido un rival complicado para los Verdes, y el sábado contra los Monarcas, a quienes se les hizo el favor derrotando al Veracruz, pero a quienes también se les puede hundir en el tema del descenso.
Torrente tiene la labor de mantener la inercia ascendente que ha tomado su equipo mediante la lógica futbolística, es decir, dejar jugar a quienes saben hacerlo sin inventos ni alineaciones sorpresa. Hoy, que ni se le ocurra cambiar la fisonomía de sus leones.
La razón indica que por ahora no hay lugar para ilusionarse con una Liguilla pues esta sigue lejana. Pero eso sí, se pueden gozar de estos triunfos que en mucho se han logrado gracias a la resurrección de un sólido Nacho González, de un pícaro Luis Montes y de un encendido Elías Hernández.
Fiera, este es el momento, levántate y anda.
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