De acuerdo a que Profeco no autorizó incrementos en la tortilla, regresaron a su antiguo precio todos aquellos que lo subieron.
En distintos establecimientos de tortillerías se pudieron observar cartulinas que informan a su clientela sobre los mismos precios que tenía el kilo de tortilla de 13 pesos.
A decir de los responsables de los establecimientos, el precio se aumentó cuando oficialmente la Procuraduría Federal del Consumidor no autorizaba.
