Hace poco más de 30 años, Octavio Paredes López llegó de Mocorito, Sinaloa a Irapuato y fue recibido por muchos ciudadanos con calidez y apoyo, ahora por agradecimiento a la ciudad que le abrió sus brazos, ha participado en el nacimiento de instituciones de investigación y estudio impulsando la ciencia.
Por sus acciones, el pasado 11 de junio el científico mexicano recibió la Orden Nacional al Mérito de Francia, el cual es el máximo reconocimiento que otorga el Gobierno de Francia a un extranjero.
La presea se concedió al investigador mexicano por su trabajo realizado en el rubro científico, así como los intercambios que ha propuesto entre investigadores.
“Estoy enamorado de Irapuato, es una belleza, soy sinaloense, algún día le dije a un ex Gobernador, mi corazón está dividido, con Sinaloa e Irapuato”, dijo Paredes López.
El Ingeniero Bioquímico que también es presidente de la Junta de Gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e investigador del Cinvestav Irapuato, agregó que “En Mocorito, encabezo una fundación para impulsar los talentos infantiles desde los 6 a los 18 años para que reciban educación adicional, lo cual estoy planeando hacer en Irapuato, nosotros siempre nos sacamos premios a diferencia de algunos futbolistas”.
“A Leonel Ortega, director general del Cinvestav, se le ocurrió la creación de este plantel en Irapuato, fui a una reunión a Morelia, y vine a Irapuato, no me gustó porque había mucha suciedad y no me quise meter al pueblo, el doctor Ortega pidió mi parecer y no acepté”, indicó el ingeniero.
“Volvió a insistir, y muy hábilmente me dijo, conoce a la gente, ve bien el pueblo, y así lo hice, conocí el campo de golf Santa Margarita, llegaba yo y la gente me saludaba, lo cual me pareció fuera de lugar, porque en Mocorito la cosa no era así, conocí a un sinaloense que vivía en la ciudad, platicamos y compré un terrenito en lo que ahora es Villas de Irapuato”.
El biólogo detalló su historia y remarcó que “Con otros dos loquitos, hace poco más de 30 años, llegamos a Irapuato, aquí no había nada, llegamos a una casita que rentamos durante seis años y se encuentra en una callecita que está a un lado de una agencia automotriz de la calle Guerrero y las instalaciones del sindicato del Seguro Social, estaba joven, quería comerme el mundo y me gustaron muchas cosas”.
El ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias continuó relatando que “En nuestra casita hacíamos algunos trabajos menores, se alargaba el momento en que este edificio se construyera (Cinvestav) y no me iba porque me decía: ¿Cómo me voy a ir de este pueblo sin hacer nada? Este edificio aún no se hacía y no parecía que fuera a hacerse la obra, incluso llegué a preguntar por teléfono el costo de material para construir”.
“La primera semana que estuvimos en Irapuato, invité a un ex profesor mío de Canadá para que nos diera una plática e invitamos a profesores y alumnos a la primera reunión científica internacional de la Escuela de Agronomía que esta aquí en Irapuato”, dijo.
Paredes López  también señaló que “Para esa primera reunión científica, no teníamos proyector y fuimos a la calle Guerrero a una tienda AGFA, me acompañó el doctor Jorge Molina (primo hermano de Mario Molina, Premio Nobel de Química), y observamos al aparato de esa tecnología de los 80’s, con diapositivas y el hombre que nos atendió, nos dijo: ‘Lléveselo, luego me paga’, qué belleza de persona, por supuesto que después pagamos el aparato, me pasaron varias de esas cosas”.
“Otro día quise hablar por teléfono público que estaba en la calle Guerrero, no traía monedas y en ese lugar había un señor que vendía periódicos, el cual me vio batallando por cambio y él se me acercó, me dio una moneda, pasó el tiempo hasta que regresé y el hombre me dio una lección, cuando le quise devolver su moneda él me dijo que lo que hizo al darme una moneda, era por ayudarme y no por otro motivo, también otra historia fue cuando renté una casita en Prolongación La Moderna precisamente en la calle Vasco de Quiroga, fui con la dueña y me ofreció un precio de regalo, la mujer que todavía sigue siendo mi amiga, me confirmó el costo, y me dijo que no tenía que presentar aval porque confiaba en mi palabra”.
“Esos detalles me hicieron agradecerle a Irapuato y a su gente, por eso me he empeñado en la ciencia y promoverla, crear, pasamos años muy difíciles porque me fascinó este pueblo, estoy convencido que no existe en el País algún científico que el Gobierno del Estado y del Municipio que se han apoyado, sin importar partido político ya fuera del PRI o del PAN, pero de hecho en lo que es Gobierno federal, los dos gobiernos panistas de Fox y Calderón, están reprobados en tema científico, no se trata de aventar carretadas de dinero sino de proyectos y cambiar las cosas de manera diferente, me lastima el corazón que existan gobernantes que se hagan ricos”, aseguró Octavio Paredes.
La reflexión del científico fue que “Los científicos estamos obligados por este País, tenemos salarios decorosos, propuse una plataforma de la UNAM en Europa porque intercambios científicos es muy bajo, la interacción internacional es muy pobre, antes venían muchos extranjeros a estudiar a México y ha disminuido”.
Inquietud por ser científico
Tras recordar que el lugar donde nació tiene poca densidad poblacional, pero los pobladores son muy afectos a la cultura, el ingeniero Octavio Paredes López señaló que en Mocorito, Sinaloa fue donde le nació la inquietud de ser científico.
“Sin darme cuenta, mi padre, que era primo de Juan de Dios Bátiz Paredes, fundador del Instituto Politécnico Nacional, y era un lector interesado por la educación, somos de familia agricultora, y sin darme cuenta al ver los problemas del campo y conocer sobre el desarrollo de los productos del campo, me comenzó a entrar la inquietud por la cuestión científica”, dijo Octavio Paredes.
El biólogo relató que “Mi padre me envió a una secundaria que fue fundada por el Politécnico Nacional, que funcionaba como internado de la red de planteles ubicados en muchas capitales del País, era una excelente secundaria que si no era la mejor era de las mejores porque terminé hablando el inglés perfectamente”.
“Soy de la generación en la que uno hacía lo que su papá decía, hoy es una verdadera tragedia, ya tiene uno que entrarle al diálogo y eventualmente al convencimiento, si ellos -los hijos-, no terminan convenciéndolo a usted”, comentó el doctor Paredes.
“Por eso me fui al Politécnico por instrucciones de mi padre, donde hay un primerísimo lugar en vocacional del País, en el área químico biológico por su disciplina, profesores y académicos comprometidos no como unos tipos que queman autos y bloquean carreteras, yo siempre he sido líder estudiantil en el País, incluso pensaron que me iba a dedicar a la política pero no, me fascinó involucrarme en los problemas de ciencia en el País”, señaló el doctor Paredes López.

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