Siete en punto y la gente no dejaba de entrar al estadio, algunos hablan de sobrecupo, en especial revendedores que vieron el negocio caer cuando vieron las taquillas del inmueble abiertas.
Muchos aficionados tanto de Pumas como León corrían a las puertas de acceso.
“Llegar es un caos, hay mucha gente y pues las filas no avanzan, está muy tardado esto”, explicó José Gabriel, aficionado que asistió con su nieto al estadio, ambos rivales en el partido pero unidos en las buenas y las malas.
En los cruces peatonales, los autos quedaban rodeados de gente, sin poder moverse debido a la gran cantidad de aficionados.
“Venimos desde la Ciudad de México, primero para entrar a la Feria y después a los Pumas que son nuestro equipo”, explicó Lorena Contreras.
Entre los aficionados había niños con la cara pintada, niñas con pelucas de colores pero la mayoría con la playera esmeralda bien puesta para presumirla en la grada del estadio.
