Una buena parte de la afición abandonaba ya sus lugares pues con el estadio León lleno, sería imposible salir rápidamente. En la puerta, un grito generalizado los hizo regresar… ¡gol!. Con lo justo, Pumas había acabado con León.

Dicen que uno no es ninguno, pero en el futbol hasta un 1-0 tiene la capacidad de hacer la diferencia. 

Así concretaron los universitarios su segundo triunfo al hilo del Clausura 2017, así selló La Fiera su segunda derrota en casa.

Con el ingreso de Elías Hernández en el segundo tiempo, León lució, llegó con peligro al arco de Alejandro ‘Pikolín’ Palacios pero careció de contundencia. 

En esto, los de Francisco Palencia no erraron, Jesús Gallardo tuvo su última oportunidad y la aprovechó antes del silbatazo final.

León perdió el balón en la salida cuando corría el minuto 92, Pumas recuperó y al retrasarlo con Abraham González, éste abrió a la izquierda para Bryan Rabello. Christian Valdéz perdió la marca de Gallardo y pese a la barrida en el área, no impidió que el universitario rematara de zurda y enviara el balón al fondo de la red defendida por William Yarbrough.

Los auriazules, con escasos segundos en el cronómetro, festejaron como si el gol significara un título. 

Igual su técnico y no era para menos, pues aunque León tuvo opciones durante los 90 minutos, fue Pumas el que trabajó mejor un encuentro muy cerrado en el primer lapso.

Con la pelota en los pies durante los primeros 45 minutos, los pupilos de Francisco Palencia tuvieron a La Fiera a su merced, y es que tanto Javier Cortés como Pablo Barrera provocaron que Yarbrough estuviera en un estado de tensión constante.

Alan Mendoza intentó primero con un disparo a la base del poste que Yarbrough contuvo, después, Rabello buscó con un cabezazo que rechazó el esmeralda. 

Nada parecía llegar al fondo de la red y lo mismo sucedió después con La Fiera.

Ni el “Chapo” y tampoco su compadre el “Gullit”, que tuvo dos mano a mano con “Pikolín” y definió mal, lograron abrir el marcador en un encuentro cerrado, que estaba para cualquier lado y parecía, terminaría sólo con un gol en el tanteador.

El complemento no cambió su ritmo, Pumas tenía la posesión del balón pero le faltaba claridad y León, aunque no se defendió mal, fue presa de sus propios yerros e imprecisiones.

De poco sirvió el flamante regreso del “Patrullero”, Mauro Boselli no estuvo a tono, en realidad nadie estuvo a tono frente al arco de Palacios… sólo Gallardo, pero frente a Yarbrough.

Cruz Azul sufrió lo mismo la semana pasada ante Pumas y anoche le tocó a León en casa. Dicen que uno no es ninguno, pero como Pumas ya lo mostró, un gol también vale tres puntos.

Ahora León deberá levantar la cara, aunque para eso tiene que visitar la próxima semana al Monterrey e imponerse en el difícil estadio regio. 

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