Dejó de usar su uniforme para tener listo uno que ella no vestirá, ya desde hace tiempo tiene que alistar el desayuno, preparar la mochila y caminar hacia la escuela, sin importar que no sea ella quien vaya a estudiar.
Las madres jóvenes muchas veces deben dejar de lado sus propios intereses, las actividades propias de la adolescencia y los juegos, pues ahora tienen responsabilidades mayores, como buscar una buena educación para sus hijos.
Desde muy temprano se levantan para preparar el desayuno, planchar el uniforme, alistar los libros y libretas, para después despertar a los niños, cuando el trabajo pesado ya concluyó.
La presión crece cada día, pues a veces no alcanza el tiempo, y al ser tan jóvenes se ven en la necesidad de aprender el oficio de madre de manera rápida, sin oportunidad de equivocarse y con la mejor actitud por sus hijos.
Jacqueline del Rocío Aguilar García es madre de dos pequeños, su hija ya pasó a tercero de kínder, por lo que debe combinar su trabajo en una empresa automotriz, los cambios de turno y el preparar a su pequeña para el día escolar.
A los 16 años quedó embarazada, su nueva situación de vida la obligó a dejar sus estudios en gastronomía para buscar un trabajo, cuestión que le parece fuera de tiempo ahora que tiene 21 años y su hija 5.

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