Rogelio Macías Pérez, bajo los tres postes siempre fue una garantía para sus equipos, por lo que el joven de 28 años es considerado el portero de los guantes “sagrados”.
Su barrio es Santa Ana, que está al otro lado del puente de La Piedad y fue allá, en la avenida Cuatro Milpas donde el pequeño “Roy” comenzó a enamorarse del futbol en las clásicas “cascaritas” de la tarde con los amigos.
Poco a poco ese niño fue mostrando cualidades y su padre, Rogelio Macías Santillán, junto a sus tíos lo llevaron a donde se jugaba la categoría infantil.
