El cansancio no impidió que continuaran con su camino los más de 4 mil peregrinos después de su estancia en esta ciudad.
Desde las 5:30 de la mañana, los primeros ciclistas emprendieron el viaje hacia León, donde será el último descanso, antes de llegar al templo de la Virgen de San Juan de los Lagos.
Los camiones adornados con la imagen de la Virgen, flores, globos y música se formaron a un costado del Panteón Municipal Norte para salir en caravana con los familiares de los peregrinos.
Con el apoyo de elementos de Transporte y Vialidad, paramédicos de Cruz Roja y personal de Protección Civil, los fieles fueron escoltados hasta la salida de la ciudad, rumbo al municipio de Juventino Rosas.
“Un aproximado de 50 policías participamos para encargarnos del tráfico y abrir el paso a los peregrinos. Llegamos de las 7 de la mañana y estaremos en diferentes puntos para evitar congestionamientos”, dijo un policía de Tránsito.
Cerca de las 9 de la mañana, la mayoría de los ciclistas empezaron a pedalear desde las instalaciones de la Deportiva Miguel Alemán Valdés para continuar hacia el Instituto Tecnológico de Celaya, donde fue habilitado uno de los carriles.
Desde personas de la tercera edad, parejas que pedaleaban abrazados, niños, niñas y jóvenes con nichos y cruces en los hombros se despedían de los celayenses.
En los cruces de las avenidas Irrigación, Manuel Orozco y Berra, Eje Norponiente, y México-Japón, había congestionamiento vial que duró más de una hora mientras los “sanjuaneros” cruzaban la ciudad.
Durante el recorrido por Celaya no tuvieron ningún percance.
Automovilistas que se dirigían a sus trabajos se molestaron por el cierre parcial de algunas calles.
“Hace falta más organización de autoridades para este tipo de eventos. Llevo más de media hora y voy tarde a trabajar. Ahora los de Tránsito no se dan abasto con tanta gente y con los bloqueos es un desastre”, dijo Víctor Correa, ciudadano celayense.
