La Administración encabezada por Rubí Laura López manipuló recursos de la Dirección de Desarrollo Social que jamás se aplicaron en obras en comunidades rurales.
Los recursos que iban destinados para calles, rehabilitación de agua y drenaje, techos, terminaron en manos de particulares y las obras nunca se realizaron.
En esa Administración, los panistas en el Ayuntamiento mayoritearon y tomaron la decisión de que las obras rurales no serían ejecutadas por la Dirección de Obras Públicas, sino que autorizaron para que el dinero le fuera entregado a Desarrollo Social para que comprara materiales y firmaran acuerdos con los habitantes para que ellos pusieran la mano de obra.
Fueron un total de 67 proyectos con un costo de 20 millones de pesos los que quitaron a Obras Públicas tan sólo en 2012 y los asignaron Desarrollo Social.
El encargado de entregar los materiales fue el coordinador Rural de la dependencia, José Sánchez, sin embargo, no vigilaron que se realizaran las obras y en algunos casos no entregaron los materiales.
El contralor José Luis Nájera Arredondo, confirmó que tienen abierta una investigación en la que colabora la Dirección de Desarrollo Social por malos manejos en Desarrollo Social, en particular en Desarrollo Rural.
Dijo que hasta ahora han encontrado incluso bodegas con materiales que debieron irse a obras no realizadas, en próximos días estaría integrando un informe completo al Ayuntamiento para que decidan qué hacer.
“Sí tenemos una investigación abierta en donde está involucrado José Sánchez, estamos trabajando de forma conjunta con Desarrollo Social porque hay fondos que debieron aplicar y nunca lo hicieron, nos hablan incluso de algunas bodegas con materiales, pero todavía estamos en investigación”, expuso.
A.M. corroboró que en Rincón de Tamayo jamás pusieron el drenaje a la calle Leandro Valle para donde habían enviado 150 tubos de drenaje.
En la comunidad de San Antonio Gallardo entregaron 4 mil 700 metros de tubos por un costo de 300 mil pesos para rehabilitar toda la red hidráulica de la comunidad, pero la obra nunca se realizó.
En esa comunidad el Gobierno Municipal entregó un apoyo de 30 mil pesos para un centro de rehabilitación para niños y personas con discapacidad, pero a los beneficiarios sólo les dieron mil 200 pesos.
Existen comunidades en donde el cemento ya se hizo piedra porque las pavimentaciones no se aplicaron.
Y otras como San Antonio Espinoza, en donde la casa de los hijos de José Sánchez fueron techadas con programas sociales, en el exterior aún hay grava y arena.

Autorizan $30 mil  …pero le dan $1,200

Lourdes Martínez Hernández es madre de una joven de 26 años que nació con una dificultad en la columna que no le permite caminar porque su cuerpo no tiene equilibrio.
Durante 25 años supo lo que es buscar las terapias, pagar camiones, trasladarse de las comunidades a la zona urbana y a veces no tener ni para comer, para que su niña fuera atendida.
Su hija era recibida en Apac, y se dio cuenta también que muchos niños de la zona rural no pueden ser atendidos porque sus padres no tienen recursos.
Eso la motivó a instalar en San Juan de la Vega un centro de rehabilitación que atendiera a todos esos niños limitados no sólo por la discapacidad sino también por la pobreza.
Se acercó al entonces coordinador de Desarrollo Rural, José Sánchez, y éste le tramitó un apoyo por 30 mil pesos que nunca le entregó, la entonces presidenta Rubí Laura López se enteró del engaño, le prometió darle otro apoyo pero nunca cumplió.
Relato del engaño
“Le llevé toda la documentación como él me lo pidió, mi credencial de elector, mi CURP, mi comprobante de domicilio, solicité apoyo para unos aparatos para terapia. Yo hacía mis juntas con las mamás y me comencé a mover desde mayo. Fui muchas veces a Celaya, a veces sin dinero para comer, a veces sólo con el dinero del pasaje de ida pensando en que nos vendríamos como pudiéramos”.
“Le entregué un presupuesto que me hizo un laboratorio con el costo de diversos aparatos: una tina de hidromasaje de 30 mil, unas barras paralelas fijas para niños de 13 mil 240 pesos, un juego de cuñas de 6 mil 130 pesos para las terapias físicas de los niños, una escalera con rampa de 33 mil 198, unos cilindros de mil 314, una pelota azul de 691.17 pesos y una colchoneta de 12 mil 490 pesos”.
“Me dijo que no se me iba a autorizar todo, que él me decía, después el señor Jorge Barajas que trabajaba con él me citaba muy seguido y en una de esas vueltas me dijo que mi apoyo llegó de 30 mil pesos, les dije que lo que sea era bueno para iniciar el centro y así me trajeron varios días, dando vueltas uno y otro y otro día.
“Había días que nos íbamos sin almorzar y sin pasaje y llegábamos y nos decían que ya llegaba, y daban hasta las 5 y llegaba y decía que no había nada, toda la mañana, todo el día y nada más para que nos dijera que no.
“Hasta septiembre cuando le dije al señor José Sánchez que me dijera si me iban a apoyar para no andarlo buscando.
“Me trajo detrás de él toda la semana hasta un día que me citó en Desarrollo Social, de ahí acompañado de otra persona nos llevó a Presidencia, se acercó a cajas y sacó un cheque y me sacó al Jardín Principal.
“El señor que andaba con él se fue a cobrar el cheque y ahí esperamos, luego José Sánchez nos llevó a la Calzada y ahí nos sentó en una banca a mí y la señora que me acompañó, nos dijo que ahí lo esperáramos por el apoyo y se fue, se me hizo raro, pero fue la primera vez que pedíamos un apoyo al Gobierno.
“Duró bastante en llegar y dijo aquí está su apoyo y de la bolsa de su camisa sacó el dinero y me dio mil 200 pesos, le dije que no me iba a alcanzar para nada, pero bueno él dijo que nada más pudo hacer.
“En esos días se acercaba el Instituto de la Mujer y con el dinero hicimos la comida de la visita que tuvimos, ellos vinieron porque teníamos una coordinación de talleres, incluso yo se lo platiqué a Lulú Navarro, que hicimos la comida porque no alcanzó para los aparatos.
“Yo le dije a la señora que me acompañó que eso no se me hacía normal porque Jorge me había dicho que ya había visto los documentos donde el apoyo iba a ser de 30 mil. Fui a Presidencia y le pregunté a Lulú Páramo, que estaba en el área de atención ciudadana, me dijo que le iba a decir a Rubí Laura porque no era posible que no me hubieran dado todo el apoyo y me dijeron que me diera una vuelta a los 3 días”.
“Cuando regresé me dijo -dice la licenciada que no le diga a los medios de comunicación, que ella se va a encargar de darle el apoyo”-.
“Ya era septiembre y casi iban de salida, así me trajo varios días, hasta un día que dije ahora me va a atender o no me voy de aquí. Nos atendió hasta las 6 de la tarde pero en la deportiva porque tenía un evento, estábamos en Presidencia y mandó a sus choferes por nosotras y nos llevó a la deportiva, cuando le platiqué a ella le dio risa y dijo que ella nos iba a dar 8 mil pesos, pero nunca nos dio nada, nadie me quiso dar razón del cheque que le dieron a don José.
“Yo hablé muy molesta con Rubí Laura (López), me dijo déjelo así y me mandó unas barras de un albergue que tenían abandonado, y unas rampas y me dijo pero usted se va a callar, y me hizo firmar un comodato que se quedó en el DIF, yo le dije que no es justo que lucren con el dinero así nada más.
“Le dije a don José Sánchez que me diera mis papeles y nunca me los quisieron regresar, mi letra está fácil de que se pueda falsificar, es muy sencillo y así estuvo”.

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