Milton Queiroz era la figura de ese León que en la temporada 1991-1992, bordó la quinta estrella en el escudo esmeralda; sin embargo, el corazón de la afición era tan grande, que en él también cabía Marco Antonio Ferreira.
“¡Chato, Chato, Chato!”, eran los gritos que surgían del Nou Camp cada vez que esta leyenda verdiblanca pisaba el terreno de juego; sonidos que el ahora entrenador y padrino de la escuela filial de La Fiera en Ciudad Victoria, recuerda como si el tiempo no hubiera transcurrido.
“Siempre es un gusto regresar, me trae buenos recuerdos estar aquí en León y además volver a un equipo del que recibiste mucho, a una afición que se entregó siempre y en todos los partidos”, aseguró Ferreira.
Varios años han pasado desde que el “Chato” vistió por última vez la casaca de los Verdes, con la que festejó el quinto campeonato y la afición siempre lo recordará aunque también haya vestido las playeras de Correcaminos y Toluca.
“En aquel entonces, escuchar que en el estadio gritaran tu nombre era muy difícil, era más el de Tita, y cuando escuchas el tuyo es impresionante, muy bonito porque te das cuenta que la gente reconoce por igual a todos los jugadores, siempre será motivante el regresar a casa”.
El excancerbero esmeralda, quien desde hace cinco años dirige una escuela de futbol en Toluca y fue padrino de la filial esmeralda proveniente de Ciudad Victoria y que obtuvo dos campeonatos en la Copa Club León, admitió que ve bien al equipo de Luis Fernando Tena incluso colocándolo como uno de los aspirantes al título.
“Veo bien a León, siento que es un equipo que va para pelar el campeonato otra vez, no sé si con Cruz Azul, América, Tigres, Pachuca quizá, creo que ellos estarán peleando el campeonato”, explicó.
“Tienen un estilo particular y la afición siempre está presente en el estadio, algo que no lográbamos nosotros, la afición regrespó al Nou Camp y eso es motivante para el jugador”, concluyó el ex jugador del León.