Vecinos de la comunidad Pescadores, en Pénjamo, se encuentran preocupados por la salud y el bienestar de un hombre de la tercera edad, por lo que piden la intervención del DIF, presidencia municipal o Derechos Humanos, ya que el hombre vive en una finca, a la intemperie y su estado de salud se agrava. 

Un grupo de madres de familia de la comunidad ayudan al hombre, quien se identificó como Jacinto Rojas Esparza de 91 años. Las mujeres lo asisten, alimentan y asean, debido a que con el paso de los días el estado de salud, se deteriora con rapidez.

Señalan que don Jacinto sólo atina a decir que es de Irapuato, pero no recuerda su domicilio.

Madres de familia quienes a todos los días lo cuidan, comentan que don Jacinto llegó hace tres meses; primero arribó en tren a la  comunidad La Estación, en  La Piedad, donde permaneció alrededor de un mes. Habitantes de la comunidad, al verlo, lo apoyaron con alimento; desconocen dónde dormía.

Después de un mes no lo vieron más por La Estación, pero luego fue visto en una finca en obra negra, que se encuentra sobre la carretera La Piedad-Manuel Doblado.

Con el paso de los días, se hizo de algunas amistades en Pescadores, ahí pedía comida a los vecinos; sus necesidades fisiológicas las hacía en terrenos baldíos, comentaron vecinos. 

“Siempre escribe el mandado, escribe azúcar, arroz, frijol, como si fuera a ir al mandado; otras cosas no se entiende qué es lo que quiere escribir”, dijo una vecina.Entre sus pláticas, Jacinto dice que quiere llegar con sus hijos, quienes le dijeron que lo ingresarían a un asilo, “para que tenga todo lo indispensable”, pero ya no recuerda cómo llegar a su casa.

Sus pertenencias son únicamente una chamarra, cobijas, zapatos y la ropa que tiene puesta, aunque vecinos le han regalado algunas prendas. En la finca se acurruca en una esquina, ya que no tiene puertas.  Ayer le llevaron ropa limpia, le cambiaron el pañal y lo alimentaron.

Pese a las atenciones que tienen las familias con don Jacinto, su salud se deteriora por las úlceas que padece, se le dificulta pararse se entume, y sus piernas ya no responden.  “Sobre todo, ya se queja mucho, algo le duele, pero no sabe qué le pasa”, dijeron. o una mujer.

Los vecinos han reportado el caso, pero autoridades de Santa Ana, no han ayudado a don Jacinto. 

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