Vecinos del fraccionamiento Las Plazas vivieron la tarde de ayer momentos de angustia después de que varias camionetas con los códigos encendidos, llegaran a una vivienda de la calle Paseo de Las Plazas.
De acuerdo con la versión de las autoridades, los agentes atendían el reporte de una persona presuntamente secuestrada, según se dijo en un inicio.
Al igual, elementos de la Policía Municipal, así como grupos tácticos llegaron a la zona.
Sin embargo, después de la movilización se dio a conocer que se trataba de una extorsión.
De acuerdo con las versiones de elementos de Seguridad Pública, a las 12 del día, al 066 de emergencias llegaron varias llamadas anónimas donde afirmaban que dos personas tenían privada de su libertad a una persona, por la cual pedían la cantidad de 50 mil pesos para dejarla libre.
Ante las llamadas, elementos de las distintas corporaciones acudieron a la zona.
Algunos en las camionetas “camuflajeadas” llegaban por la avenida Arandas, mientras que otras por Prolongación Guerrero.
La movilización que se desplegó por parte de agentes de la Policía, alertó a todos los presentes.
Después de varias preguntas con los moradores del domicilio, una camioneta Xtrail café, rechinó las llantas, eran cuatro ministeriales que salían a toda prisa hacia la Prolongación Guerrero.
Con los estrobos encendidos abrieron el tráfico vehicular.
En cuestión de minutos llegaron a la avenida Escuela Médico Militar.
Fue justo en el banco Banamex, que al menos ocho agentes ministeriales custodiaban el área, al igual elementos del Ejercito Mexicano que se encontraban patrullando la zona.
Trascendió que de una camioneta bajó uno de los ministeriales y entró rápidamente al banco para después salir con dos personas.
Ante la confusión, la mayoría de los efectivos pensaron que se trataba de los presuntos secuestradores.
Sin embargo, minutos después se dio a conocer que se trataba de los familiares, quienes iban a depositar el efectivo por el presunto rescate.
En el lugar de los hechos y ante el shock de las cosas, los familiares se reservaron a decir que habían recibido varias llamadas anónimas, donde les advertían que tenían secuestrado a un familiar y que si no depositaban la cantidad acordada la iban a matar, así que por el temor y fueron al banco a depositar.

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