Celaya es un punto crítico en lo que se refiere al bullying, de acuerdo con estudios analizados por La Comisión Iberoamericana de Calidad Educativa.
México es el primer lugar en Latinoamérica en violencia escolar, le quitó el lugar a Chile, a finales del 2012, es el resultado del análisis de documentos generados por la Procuraduría de los Derechos Humanos y la misma Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (UNESCO, por sus siglas en inglés).
José Luis Alcántara, promotor de Programas de Cultura de Paz de la Comisión Ibericamericana de Calidad Educativa, es especialista en el tema y ha girado ya instrucciones para afrontar el tema en la ciudad cajetera.
A nivel estado, Guanajuato es el sexto de mayor incidencia en la violencia en escuelas, el estado de México, Nuevo León y Jalisco, donde recientemente falleció un niño que padecía este acoso, son los que más registros tienen de este mal en las aulas.
“Este caso que se dio en Jalisco es grave, pero nosotros tenemos conocimiento de al menos cinco muertes más, es parte del trabajo de recopilación de información, que generamos con las asociaciones de padres de familia y los consejos ciudadanos”, comentó José Luis Alcántara.
Las estadísticas les refieren detalles alarmantes, “en este momento, en todo el País, en todas las aulas, cuatro de cada cinco niños, son víctimas de bullying”.
Asegura el especialista que la banalidad que se le ha dado a la palabra, ha permitido que se distorsione, pero aseguró que sólo la violencia generada entre alumnos es catalogada como bullying, “no hay bullying de maestros a alumnos, ni familiar, ni laborar, sólo se da entre alumnos en instituciones educativas”.
El promotor de Programas de Cultura de Paz, indicó que a raíz de la intervención en el Congreso, se ha tomado la determinación de que el maestro debe dejar atrás, la limitante de ser sólo espectador y comenzar a actuar en beneficio de los niños afectados.
Dijo que entre las medidas que se han difundido, son desde la cultura de la denuncia entre los niños, hasta la convivencia de padres e hijos 10 minutos diarios, sin televisión, celulares ni equipos electrónicos, además de la interacción de maestros con padres de familia, para atacar el problema que en México ha superado niveles tolerantes.
