Rodolfo Rodríguez “El Pana”, quien torea este sábado en la plaza de toros La Luz, alternando con José Antonio Morante de la Puebla y con Joselito Adame, dice que ese día podría acaba su cuento, “porque mi mayor gloria sería morir en un ruedo. Sería como el colofón de mi vida”.
El diestro nacido en Apizaco, Tlaxcala, hace 64 años (22 de febrero de 1952), se considera el último “ídolo” y el “mesías” del toreo; alguien digno de la época romántica de la tauromaquia, cuando los “maletillas” (los que querían ser toreros) recorrían la “legua” (caminos) por diversas ganaderías en busca de una oportunidad.
Un torero en el que parece que se inspiró Luis Spota en su novela “Más Cornadas da el hambre” o surgido de la película “Aprendiendo a morir”, donde “El Cordobés” relata su vida y dice a su hermana “o te visto de diamantes o llevarás luto por mí”.
A sus 64 años, ¿cómo dará la pelea en el ruedo a dos figuras como Morante y Joselito?
“Bueno, “El Pana” no es Rodolfo Rodríguez. “El Pana” es un ser espiritual, es algo impredecible. Un torero que tiene transfiguración en el ruedo. Es un torero de misterio, de magia, fuera de lo común, que puede rayar a grandes alturas. Un torero, que si le sale un toro, y surgen los duendes, surge la gran faena”.
¿Cómo se siente físicamente?
“Con mucha ilusión. Vengo de España, donde echan toros grandes, que son los papás de los que echan aquí, así que estoy acostumbrado al toro grande”.
¿Cómo se califica?
“Como un torero sui géneris, un torero genial. Porque a lo que más miedo le tengo desde siempre es al trabajo. Soy un torero que he toreado con tres generaciones de toreros. Toreé con Juan Silveti, con David y ahora con Diego”.
¿Cuántos años de torero?
“Ya 47 años, casi un tostón, 37 de matador de toros. He tenido la dicha de ver desfilar a muchos toreros. Muchos se han pirao (retirado), otros han palmao (muerto) y otros han surgido y ahí va la fiesta”.
¿El Pana, mito o realidad?
“El Pana es el último torerillo romántico de la fiesta brava. Si acaba el mito, es como cerrar un libro del romanticismo, como de la novela de Currito de la Cruz, La Vida de un torero, de Luis Procuna. Ya no hay torerillos como en mis tiempos”.
Dicen que las mujeres acaban con el valor de los toreros, ¿es cierto?
“Las Gachis (mujeres) sí acaban con un torero. Los pitones de las gachís les han hecho más daño a los toreros, que los pitones de los toros Así ha habido muchos toreros que se sintieron las mujeres consentidos y se acabaron”.
¿Se considera consentido de las mujeres?
“En un tiempo tuve mucha afición a las vaquillas de dos patas (las mujeres), pero una cosa me llevó a la otra. De bohemio me volví muy vago, y de vago me volví muy golfo, y de golfo me volví alcohólico. Ya tengo seis años seco (sin tomar)”.
¿Qué opina de los detractores de la fiesta?
“La fiestas de toros es tan maravillosa que estos cabrones (ambientalistas), en su ignorancia la tienen que atacar para sobrevivir. ¿Por qué no atacan las peleas de perros, peleas de gallos, o por qué no exterminan las ratas en los mercados?
Los números
El Pana
30 años han pasado desde su primera actuación en León, alternando con Rafael Gil y Jorge de Jesús “El Glisón”.
1979 El año en el que tomó la alternativa en la Ciudad de México.
›› Para ser torero hay que tener hambre, porque hoy los toreros lo tienen todo. Antes tenías que recorrer el mundo sufriendo el desprecio de ganaderos y empresas. ‹‹
