A diferencia del número de extranjeros que pueden jugar en los clubes de la Liga MX, no existe un límite en cuanto a naturalizados se refiere; un tema que para Juan Antonio Pizzi, entrenador del Club León, debe prender las alarmas en el futbol mexicano.
“León se está beneficiando en este momento, pero el tema de los naturalizados lo deben tratar los directivos del futbol, se deben evaluar ya los pros y los contras de ese sistema”, aseguró ayer Pizzi, quien para el Clausura 2016 tendría en su plantel a nueve elementos no nacidos en México.
Con la carta de naturalización que ayer recibió Boselli, León sumó a su octavo jugador extranjero y al tercer naturalizado. Cifras que permite un sistema que a la larga, podría perjudicar al futbol mexicano en el tema de selectivos.
De esta forma, ahora León tiene una nueva plaza disponible para contratar a otro extranjero, lo que daría lugar a un noveno foráneo.
Y es con la contratación de una mayor cantidad de elementos extranjeros que debido a su carta de naturalización, dejan de ocupar una plaza de extranjero -de las cinco que tiene cada equipo-, las opciones para jóvenes mexicanos se reducen y hasta desaparecen.
“El tema de los naturalizados es preocupante aunque no sé si limitar el número sea el camino; pero las selecciones se abastecen de jugadores que están en las divisiones inferiores de los clubes y si ellos no tienen cabida en el futbol profesional, les será muy difícil destacar”, aseguró el domador felino que agregó que México, por los resultados obtenidos en divisiones inferiores, tiene una camada de gran talento.
“Me parece que por los resultados, hay una camada Sub-15, Sub-17 y Sub-23 que tiene buena proyección y deben tener espacio en el futbol mexicano. Lo que está claro es que cuando uno busca un jugador extranjero, quieres traer un elemento que potencie lo que tienes, la competencia así se hace dura para todos”, concluyó el domador felino.
EXTRANJEROS EN LEÓN
Miguel Ibarra
Hernán Darío Burbano
Mauro Boselli
Diego Novaretti
Guillermo Burdisso
Ezequiel Cuevas
Germán Cano
Jonathan Gonzales
Sobra una plaza