Viniendo de atrás, San Ignacio gana por 2-1 a Pumas Allende y se convierte en el campeón de Primera Fuerza “B” del torneo de Liga Francorrinconense en su versión 2015.
Se cierra el telón en esta categoría con la final de liga entre dos equipos que fueron ejemplo de entrega y coraje dentro de la cancha 3 de la Deportiva Nueva, apoyados los dos por numerosos seguidores pero más la gente de la comunidad de San Ignacio que fue el jugador número 12 aunque hubo algunos incidentes extra futbol como cuando arrojaron objetos a la cancha en protesta por lo que estaba pasando dentro del campo y en las bancas.
Un partido que exigió toda la experiencia al árbitro central Israel Ramírez Miranda, que en ese duelo como nunca mostró el reloj en innumerables ocasiones a los jugadores uno para pedir la terminación del encuentro y otras para que diera más tiempo de compensación, lo asistieron Esteban López y Juan Zermeño con acertado trabajo lineal.
Antes del encuentro la directiva que preside Pepe Chuy García y el contador le hicieron entrega del trofeo de campeón goleador a Oscar Hermosillo, del equipo Allende, que con 44 goles conquistó el máximo galardón.
El partido
Los primeros minutos no había nada para nadie, Pumas Allende poco a poco fue tomando el control en esos momentos y al minuto 16 le pone número a la casa con gol de su artillero estrella Oscar Hermosillo, que aprovechó un rechace defensivo y de primera intención sacó disparo para vencer al portero Luis Cruz, 1-0.
San Ignacio responde al minuto 22 con un golazo de Alejandro Meza, que a pesar de haber tocado el balón con la yema de los dedos no logró desviarla y entró pegado al segundo poste, empate a 1 gol y más tarde al minuto 38 de tiempo corrido, en avance de San Ignacio por la banda izquierda de Ángel Acosta que tiró cruzado y con perfecta colocación para vencer al arquero Efraín Salazar por segunda ocasión para quedar el marcador por 2-1 que prevaleció hasta el final.
Pero esto no quiere decir que el encuentro haya sido aburrido sino que fue intenso y Pumas Allende acechó la cabaña enemiga pero una heroica defensiva blanca que sacó agua del pozo en lo que parecía un inminente empate, surgía de la nada una pierna salvadora y la ventaja de un gol fue la diferencia.
Al final del partido les fueron entregados dos enormes trofeos como premio al esfuerzo en su lucha por el título.

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