El cruce que forman los bulevares Juventino Rosas y Del Valle, entre San Francisco y Purísima del Rincón, se ha convertido en el lugar de trabajo de varios jóvenes y niños.
Constantemente se observan en uno u otro lado de este cruce, a hombres limpiando vidrios, traga fuego, y hasta malabaristas.
Sin embargo, lo preocupante del tema sería que cada día son más los menores de edad y jóvenes que se han sumado a esta práctica.
Pero a pesar de que elementos de Seguridad ya han solicitado a los menores que se retiren del cruce, apenas se van por unos minutos o por el resto del día, pero luego regresan.
A toda hora
Ya sea por la mañana o por la noche, el horario no es problema, los niños están adoptando esta práctica para obtener un ingreso.
Incluso en algunos casos se observa a los pequeños que llevan consigo la imagen de algún santo y solicitan apoyo para venerarlos.
La autoridad, en este caso Seguridad Pública, puede intervenir en el momento, pero esto tendría que ser una práctica del día a día, pues de lunes a domingo se observa a estas personas haciendo lo que consideran es su trabajo.
“Es una pena ver a los niños limpiando vidrios, es cuando uno se pregunta en dónde están los padres de esos pequeños”, indicó Flor, una conductora.
Por un tiempo, quienes se apoderaron de los cruceros fueron los migrantes, a la fecha no se ven con la misma frecuencia, luego de la presencia de migración en la ciudad.
“De repente desaparecieron los migrantes, que eran tanto hombres como mujeres; ahora son más niños y adolescentes que deberían de estar estudiando, pero pues, la necesidad es mucha”, señaló el señor Francisco.
Piden intervenganautoridades
Para algunos conductores, la presencia de estas personas en el cruce no es bien vista, y en varias ocasiones se ha solicitado la intervención de las autoridades.
Algunos de estos niños no son de este municipio, por lo general vienen de ciudades cercanas.
Al tratar de entrevistar a uno de estos niños, se negaron, por pena o por temor, prefirieron retirarse.