Guanajuato no existiría si no se hubieran descubierto las primeras vetas de plata. Lo que hace algunos siglos fue una pequeña villa, se convirtió en la ciudad colonial que actualmente está rodeada de algunas ruinas de sus haciendas, muestra de que el pasado sigue vivo en el presente.
Enrique Ruelas, director fundador del Teatro Universitario buscó a través de la dramaturgia la forma de rendir un homenaje a la actividad que se desarrolló en la cañada y que dio origen a Guanajuato. La obra “Dos hombres en la mina” que está basada en el texto de Ferenc Herczeg, se ha mantenido en el gusto del público y se presenta en ciertas temporadas del año en la mina El nopal.
Por segundo año consecutivo forma parte de la programación del Festival Internacional Cervantino, la historia de dos hombres que quedan atrapados en la mina, Hugo Gamba y José Araujo. Los personajes se encuentran después de un derrumbe en la mina. En ese oscuro lugar se reconocen tal cual son, sin ninguna máscara más que aquella que confunde su propia mente.
Después del terrible acontecimiento tratan de calmarse e incluso tratan de tomar las cosas con un poco de ligereza, pero conforme pasa el tiempo las cosas se van poniendo más difíciles entre los dos.
Durante 50 minutos tratan de salvar sus vidas y se ven obligados a enfrentar sus miedos y prejuicios. Poco antes de concluir la escenificación hay un derrumbe más, ¿qué habrá pasado? ¿Murieron o sobrevivieron? Cada uno puede crear su propio final e imaginar que harían el su lugar de los personajes.
Es así como esta puesta en escena muestra un poco del trabajo minero, hombres en busca de metales preciosos para tener algo para comer, para seguir con vida.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *