“Como un balde de agua fría”, así describió Sergio Luis Montoya Sánchez, sacerdote irapuatense, la sensación que lo sacudió cuando se enteró que se eligió al nuevo Papa y que era latinoamericano.
Montoya Sánchez recordó que estuvo en el cónclave donde se eligió a Benedicto XVI, que renunció oficialmente al papado desde el 28 de febrero, viviendo la experiencia desde Roma.
“Me hizo revivir emociones y sentimientos, porque cuando lo vemos desde el otro lado del televisor causa muchas emociones, pero estar ahí te causa un shock, no sabes si aplaudir o estar en silencio”, contó emocionado.
En esta ocasión, confesó que fueron dos cubetadas de agua fría las que sintió cuando, aproximadamente, a la 1:16 se dio a conocer el nombre de Francisco, como el nuevo Pontífice de la Iglesia católica.
“…No se esperaba que fuera latinoamericano, porque es algo que cambia, que abre muchas puertas, nunca conoceremos al fondo, sólo que él pueda quitar el veto, por qué lo eligieron a él, porque a primera vista no coincide con las características que pedía Benedicto XVI, que es juventud, el Papa Francisco tiene 76 años, no goza de esa cualidad”, destacó.
Para el sacerdote irapuatense, era importante que el Santo Padre fuera elegido ayer, porque si no daría una imagen de ruptura dentro de la Iglesia.
“Yo estaba convencido de que el Papa tenía que salir hoy (miércoles) porque si no salía hoy, se iba a manifestar como una gran crisis en la Iglesia, por falta de unidad y consenso, porque además, sabiendo que Benedicto renuncia y da una preparación, se iba a pensar eso, lo que nos deja a la luz es que hubo consenso”, confesó.
El nuevo Papa refleja sencillez y humildad, por lo que el sacerdote Montoya Sánchez lo comparó con Juan XXIII, a quien se consideraba un Papa bueno, un Papa humano, humilde.
