María de Lourdes Acosta Amaya, delegada de la Sagarpa dio a conoce que el 90% de la superficie agrícola del estado no se encuentra asegurada, por lo que las perdidas ante una contingencia se dan a gran escala.

“El contar con un seguro agrícola permite recuperar el capital de trabajo, recobrar la estabilidad y solvencia financiera del agricultor, la continuidad en las actividades productivos, disminuye la calificación del riesgo frente a instituciones, brinda tranquilidad a la familia”, destacó.
Con el propósito de que el campo sea más rentable y pueda atender las contingencias climáticas, se inauguró el  taller de Esquemas de Aseguramiento para cultivos básicos de pequeños productores de la Cruzada Nacional contra el Hambre.
Acosta Amaya señaló que el riesgo de eventos climáticos que pueden traducirse en pérdidas, hacen necesaria la adquisición de un seguro, ya que el ingreso y el bienestar de los productores, puede verse disminuido si se presenta alguna contingencia.
Refirió que en 2015, se destinaron 93.6 millones de pesos del Componente de Atención a Desastres Naturales, para cubrir el 80% del pago de las primas para contratación de los seguros agropecuarios catastróficos, con los que se aseguran más de 337 mil hectáreas de cultivo.

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