La Iglesia Católica ya cuenta con tres nuevos pastores luego de que la mañana de ayer en la Catedral Basílica Metropolitana de León el arzobispo, monseñor Alfonso Cortés Contreras, consagrara a la vida sacerdotal a tres jóvenes egresados del Seminario Conciliar de esta ciudad.
Fue un día de fiesta para la Arquidiócesis, los fieles y familiares de los nuevos sacerdotes que en medio del repicar de las campanas formaron parte de la procesión que los llevó hasta los pies de la imagen de la Santísima Virgen de La Luz.
Se trata de Emmanuel Salvador Ayala Chávez, quien estudió hasta preparatoria en La Salle, por lo que decenas de jóvenes ex compañeros lo acompañaron en su vida consagratoria.
Tiene 33 años y es un ejemplo para la juventud. Su Cantamisa es hoy a las 11 de la mañana en la parroquia de San Pío X.
Iván Josué Ponce Hernández, leonés de 26 años, tendrá su Cantamisa también hoy a las siete de la noche en el templo de la Emperatriz de las Américas, en La Merced.
Federico Ortiz Palomino tiene 28 años y es originario de San Felipe Torres Mochas; oficiará su primera misa el próximo domingo 23 de agosto a las 12:30 horas en la parroquia de Cristo Jesús del Perdón, en Silao.
“Dios los ha llamado para que formen parte de su Iglesia; han sido consagrados Pastores de la palabra de Dios, de los misterios Santos de Dios, de la caridad en medio del pueblo de Dios”, les dijo el arzobispo Cortés.
“Por eso nos llena de alegría la ordenación de estos tres nuevos sacerdotes con los que se incrementa el presbiterio de la Diócesis de León. Ha sido un día de fiesta para los leoneses”, añadió durante la ceremonia litúrgica.
El recinto religioso resultó insuficiente para dar cabida a familiares y amigos de los tres jóvenes que lucían radiantes y emocionados, acompañados de sus orgullosos papás.
Los nuevos sacerdotes iban revestidos del amito (prenda que cubre el cuello y espalda del sacerdote), alba, estola y manipulo (ornamento en forma de pañuelo o estola), llevaban en el brazo izquierdo la casulla (vestidura que se pone el sacerdote sobre el alba) y un cirio.
El Arzobispo, acompañado del obispo auxiliar de León, monseñor Juan Frausto Pallares; y del ceremoriero de la Catedral, monseñor José de Jesús Salazar Álvarez, presidió la ceremonia atestiguada por medio centenar de sacerdotes y miles de feligreses.
La misa comenzó con la presentación de los nuevos sacerdotes ante el Arzobispo; los nuevos pastores hicieron las promesas de obediencia al Prelado.
Luego vendría la ceremonia principal donde los nuevos sacerdotes se postran en el piso mientras se cantan las letanías. Al final obispos y sacerdotes imponen las manos sobre la cabeza de los nuevos presbíteros con una oración consagratoria.
A continuación monseñor Cortés les cruzó la estola sobre el pecho con su fórmula propia y les impuso la casulla, dejándola plegada en la parte trasera.
Luego de la unción de los ordenados con el óleo de los catecúmenos les entregaron el cáliz, vino y agua con una patena (pequeño plato) y una hostia.
Al final se despidió a los nuevos sacerdotes con una gran ovación y se retiraron con sus familiares y amigos a convivir fraternalmente.

Los exhorta Arzobispo a ser verdaderos pastores

El Arzobispo de León, monseñor Alfonso Cortés Contreras, hizo un llamado a los sacerdotes a ser verdaderos servidores y a no buscan su interés personal, además de ser misericordiosos y proteger los matrimonios y las familias.
“Permanecidos unos con su Obispo, esfuércense por reunir a los fieles en una sola familia para conducirlos a Dios Padre, por medio de Cristo. Tengan siempre el ejemplo del Buen Pastor, que no vino a ser servido, sino a servir y a buscar lo que estaba perdido”, comentó.
En su mensaje al presbiterio los exhortó a buscar siempre conformar a las familias, “según los designios de Dios Nuestro Señor, llenos de verdadera caridad y ejerzan el ministerio de Cristo sacerdote”.
Además los invitó a ser verdaderos misioneros de Cristo.
“Recuerden que la Palabra de Dios no es de su propiedad, es palabra de Dios, es de Él y la Iglesia es la que custodia esta Palabra”, aseveró.
Durante su mensaje en la Catedral Metropolitana de León, donde presidió la ceremonia litúrgica de ordenación de tres nuevos sacerdotes, exhortó a los nuevos consagrados a enseñar y transmitir la palabra de Cristo.
“Queridos diáconos, Federico, Iván y Emmanuel, que su enseñanza sea alimento para el pueblo de Dios, que su vida sea un estímulo para los discípulos de Cristo, a fin de que con su palabra y ejemplo se vaya edificando la casa de Dios, que es la Iglesia”, les dijo.
Les corresponde también, agregó, la función de santificar en nombre de Cristo. “Por medio de su ministerio sacerdotal alcanzarán en plenitud el sacrificio espiritual de los bienes que será ofrecido en el altar unido al sacrificio de Cristo”.
“Tengan en cuenta que lo que hacen debe de ser imitado, que lo que conmemoran deben vivirlo de tal manera que al celebrar el misterio de la muerte y resurrección de Cristo se esfuercen por hacer morir en ustedes el mal y procuren caminar con él en una vida nueva”.
Les recordó que introducirán a los hombres en el pueblo de Dios por el bautismo, perdonarán los pecados en nombre de Cristo y de la Iglesia por el sacramento de la penitencia.
“Por favor no se cansen de ser misericordiosos celebrando los sacramentos. A los enfermos y ancianos les darán el alivio del óleo santo. No sientan vergüenza de mostrar su ternura a los ancianos. Serán voz del pueblo de Dios y de toda la comunidad”, agregó.
Por último, Monseñor hizo un llamado a los sacerdotes a proteger a la familia, que es la base de toda sociedad.
“Conscientes de haber sido escogidos entre los hombres y puestos al servicio de los demás, cuiden el sagrado matrimonio; atiendan a las familias, como la primer Iglesia doméstica, para que sean educadores de la fe”, finalizó el Prelado.

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