Falleció el ex rector de la Universidad de Guanajuato Néstor Raúl Luna Hernández, quien también militó en el PRI, hasta llegar a ser diputado local y también federal.
Luna Hernández fue Rector de la Universidad de Guanajuato entre los años 1977 y 1985, tiempo en que se crearon nuevos programas educativos y se amplió la infraestructura universitaria en varios municipios del estado.
Quienes conocieron a Luna Hernández lo ubicaron como buen universitario, académico y profesor durante más de 40 años.
Posteriormente en su periodo como rector, se creó el Departamento de Investigaciones Jurídicas. Actualmente en la Universidad de Guanajuato se está programando un homenaje.
El fallecimiento del Licenciado Néstor Raúl Luna Hernández nos conmueve profundamente; por lo que hoy como siempre reconocemos en esta semblanza su honradez acrisolada como funcionario público, su diáfano proceder como Juzgador, su firmeza y actitud incuestionable como parlamentario, su ética como Notario Público, su reciedumbre y madura experiencia como rector, su capacidad de iluminar como Maestro, su bondad como amigo, y su plena franqueza en todos sus actos públicos y privados.
Desde su infancia, abrevó en su cuna, de su Madre, Maestra, el amor por la enseñanza y de su Padre Funcionario de Juzgado, la pasión por la justicia; descollando por su talento y perspicacia, primero en el Instituto Montes de Oca, luego en la escuela Secundaria, y finalmente cursó su enseñanza media y superior en la Universidad de Guanajuato, donde concluyó con brillantez, hace 53 años, sus asignaturas y prácticas profesionales, obteniendo el título de Abogado y Notario Público en su examen recepcional, cuya tesis profesional fue rubricada por los elogios de los miembros del jurado y los aplausos de sus compañeros y maestros
Desde ese importante acto arranca la etapa luminosa del Maestro Luna Hernández, con admirable y diamantina honestidad, consagrada siempre a su familia, al servicio del Estado y a la colmena legendaria.
Primero, aporta su inteligencia como actuario y secretario del Juzgado de Distrito, y luego, dedicado a las actividades docentes que jamás interrumpió hasta su muerte, también como Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, donde, como definió Sócrates, se destacó ampliamente por sus excepcionales cualidades de buen Juzgador: “….las de escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente…”.
El foro estatal reconoció en él como Juzgador, su cultura jurídica, su rectitud, su pulcritud y verticalidad en su trabajo, una probidad incorruptible, demostrando a las partes en conflicto con sus resoluciones, su inalterable voluntad de mantener inviolable la potestad de la justicia y el imperio de la Ley.
Como Notario Público mantuvo la augusta majestad de la ética como norma constante en los actos que fedató, con una discreción que le dictó su conciencia, de callar lo que vio y lo que sabía, como respeto de la dignidad de los demás, deber ineludible de un Fedatario; su rectitud de ánimo, la integridad y honradez fueron siempre cualidades constantes e inalterables de su actuar, manteniendo a la vez una independencia e imparcialidad hacia las partes.
Como Jefe del departamento de servicios escolares primero, luego como Secretario General y finalmente como Rector de nuestra alma mater, se distinguió por su labor constructiva de un presente y un futuro para la Universidad, estableció la estructura de maestros de tiempo completo y la creación de postgrados; cuidando de incrementar la infraestructura de la misma, como el edificio que alberga desde entonces a la escuela preparatoria de Pénjamo.
Dentro del desarrollo del conflicto laboral que entonces afectó a la Universidad donde, secuestrado en las oficinas de la rectoría, permaneció inamovible junto al estandarte de nuestra legendaria colmena, impávido y firme ante los acontecimientos, hasta que los estudiantes liberamos a nuestra alma mater y a nuestro rector.
Como hombre de su tiempo, además de poseer la honestidad que le acredita el pueblo y el sentido de justicia que inspira la confianza, poseía también el talento que persuade e ilumina; cualidades con las que destacó por su espléndida actuación parlamentaria, primero como Diputado al Congreso de la Unión, donde se distinguió como Presidente de la Comisión de Justicia por su espíritu reflexivo y su capacidad de trabajo; y posteriormente como Diputado al Congreso del Estado, donde como Presidente de la Gran Comisión del Congreso, se destacó como un Legislador circunspecto, macizo y convincente; atributos que le valieron el respeto a su ideales y acendrada simpatía a su personalidad de parte de los Diputados.
Tanto con el hombre común, como con los maestros y con los estudiantes, tuvo siempre esa gran bonhomía, obsequiándonos su amistad, siempre sin intereses que la desvirtúen, ni recompensas que la ofendan.
Fue en el Departamento de investigaciones jurídicas y durante 54 años en la cátedra, donde las generaciones que hemos transitado por esas canteras centenarias, tuvimos la oportunidad y el privilegio de aprender del Maestro las diversas ramas del derecho, como introducción al estudio del derecho, derecho civil, mercantil, administrativo y amparo, de las cuales fue titular.
En la cátedra de Amparo aprendimos de él, la defensa de los derechos humanos, como piedra fundacional de nuestro sistema jurídico y estado de derecho; siempre con la erudición y claridad con la que el Maestro enseña al neófito; pero también con la paciencia y sencillez con la que el sabio ilumina a sus discípulos.
Gloria y honor al Maestro Néstor Raúl Luna Hernández.
Gloria y honor al viejo relicario.
Amplia trayectoria
Fue Rector de la Universidad de Guanajuato entre los años 1977 y 1985, tiempo en que se crearon nuevos programas educativos y se amplió la infraestructura universitaria en varios municipios del estado.
También militó en el PRI, hasta llegar a ser diputado local y federal
Durante su rectorado se construyeron las escuelas preparatorias de Silao y Salvatierra.
También en ese tiempo se creó la Licenciatura en Psicología
Y los posgrados: Administración, Urbanismo, Química Inorgánica, de Investigación en Ciencias de la Educación y Biblioteconomía
Estableció el primer contrato colectivo de trabajo de la UG
Fue magistrado en el Supremo Tribunal de Justicia del Estado
Fue diputado federal y estatal
En el 2002, recibió la distinción ‘Profesor Emérito Marcelino Mangas’ como un reconocimiento a su dedicación, constancia y entrega a esta institución educativa
