El tráfico vehicular se desquició durante seis horas en la zona sur de la ciudad por el cierre del puente a desnivel ubicado en el cruce de los bulevares Hermanos Aldama y Timoteo Lozano, que se inundó tras fallar el sistema de desagüe al parar las tres bombas que desfogan el agua.
Autoridades reportaron un verdadero caos en la zona de la Central de Abastos y Prevención Social, a donde miles de personas llegaron tarde a sus citas.
José Enrique Torres López, director del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL), informó que el lunes se registró la segunda lluvia más intensa de la temporada al haber un acumulado de 40 mm en 24 horas.
“En solo 30 minutos se registró un acumulado de 20 mm (litros por metro cuadrado) en la zona de la estación del ferrocarril”, comentó.
Dijo que el puente comenzó a inundarse al “amarrarse” dos de las tres bombas del desagüe. Éstas se atascaron a causa de la acumulación de basura, pero no se quemaron.
A las siete de la mañana de ayer la única bomba que operaba dejó de funcionar y se tuvo que echar mano de bombas “charqueras” que resultaron insuficientes para desfogar los grandes volúmenes de agua acumulada durante el torrencial aguacero, dijo Crescencio Sánchez Abúndiz, director de Protección Civil Municipal.
Ante la magnitud del problema la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ofreció apoyo con más unidades, la cuales nunca llegaron.
Agustín Báez Vázquez, gerente de Operación y Mantenimiento de SAPAL, dijo que el agua arrastró gran cantidad de basura y comenzó a acumularse en el puente “deprimido”.
“Cabe destacar que las bombas instaladas en el lugar dejaron de funcionar al haber sido obstruidas por basura y que en la zona se está construyendo un colector pluvial que tendrá la función de mitigar este tipo de situaciones”, aclaró.
El puente a desnivel se convirtió en una pequeña represa que alcanzó dos metros de altura. Una camioneta en la que viajaba una familia quedó atrapada en medio de las pestilentes aguas y fue rescatada por elementos de Protección Civil.
Sánchez reportó que a la una de la madrugada de ayer se tuvo conocimiento de la falla en dos bombas.
“Se quemaron y solo quedó una para desfogar el agua acumulada”, dijo.
A las siete de la mañana falló la única que quedaba trabajando, por lo que se tuvo que cerrar a la circulación el citado puente generando un gran caos vial en la zona.
Protección Civil y Tránsito Municipal coordinaron acciones para generar vías alternas.
“Para que puedan llegar, aunque sea tarde, a los juzgados y a los centros de trabajo de la zona sur, se desvió la circulación hasta la autopista León-Aguascalientes o por el camino viejo a Cuerámaro, por las colonias Pompa y Los Pinos, o por San Juan de Abajo”, comentó un agente.
Los camiones urbanos, que regularmente toman 20 minutos en desplazarse del bulevar Francisco Villa al paradero del parque Benito Juárez, ayer tardaron hasta una hora en llegar.
La situación se complicó más porque SAPAL tiene cerrado el bulevar Timoteo Lozano por obras de introducción del drenaje pluvial, entre la calle Independencia y bulevar Hermanos Aldama, en el carril de circulación de Torres Landa hacia Francisco Villa.
En los bulevares Francisco Villa, Mariano Escobedo, Venustiano Carranza y Prolongación Juárez hubo caos vial durante más de cinco horas.
A las 12 del mediodía solo se permitió la circulación de camiones de más de tres toneladas y de tráileres que iban de la Central de Abastos hacia el Mariano Escobedo.
Hasta las dos de la tarde se normalizó el flujo vehicular en la zona.

Llegan tarde al trabajo y a la escuela

Cientos de usuarios del transporte público, entre estudiantes de la UNAM y empleados, llegaron tarde a sus destinos por el caos vial que se registró la mañana de ayer en las principales vialidades del sur de la ciudad.
“Llevo ya más de horas en este tráfico. Tenía una cita en los Juzgados y ya la perdí. Dicen que hay rutas alternas, pero lo único que vemos es un gran congestionamiento vial por todos lados”, dijo Juan José Moreno, estudiante.
Decenas de pasajeros arriba de los camiones sin poder bajarse veían con desesperación el “mar” de vehículos que no avanzaba.
“Ya perdí mi trabajo. Nada me gano con tomar un taxi porque es lo mismo. Ojalá que el patrón entienda el problema que generó la lluvia de anoche”, dijo Francisco Javier Mena, empleado.
Los permisionarios del transporte urbano reportaron pérdidas por retrasos en las corridas de las diversas rutas.
“No es posible que tengamos que hacer más de una hora en una ruta que por lo general se toma 20 minutos de un lugar a otro”, dijo Erasmo Estrada, operador de urbano.
En las vialidades laterales había decenas de camiones cargados de frutas y legumbres desde las 6 de la mañana.
“Ya son las 11 y no podemos llegar a la Central de Abastos a descargar. Hay mercancía que se echa a perder”, dijo Aarón Soto, chofer molesto.

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