Hoy se cumplen 8 años de las explosiones de un ducto de Pemex, las cuales aterrorizaron a los ciudadanos, pero a la fecha –de volver a ocurrir una situación similar- no sabrían qué hacer.
En aquel entonces hubo un éxodo de personas que aterradas salían de la ciudad, hoy los ciudadanos piensan que volverían a hacer lo mismo.
“Yo creo que hace falta un plan de prevención ante tiroteos, balaceras, amenazas de bomba, explosiones y cualquier acto. Recuerdo como todos estábamos aterrados cuando explotó el ducto de Pemex, todos queríamos salir de Celaya, pues veíamos las llamas de la explosión y creíamos que nos iba a alcanzar a todos, que nos íbamos a morir, yo creo que si hoy ocurriera lo mismo, otra vez agarro a mis hijos y me voy huyendo. La verdad, hoy en día nos topamos con un robo, balacera o en este caso con la explosión y no sabemos ni qué hacer”, dijo Claudia.
Desde años pasados, el Gobierno Municipal prometió dar capacitación y difundir una guía de qué hacer ante una situación de emergencia, pero el proyecto quedó en el olvido.
Fue un 5 de julio del 2007, que una fuerte explosión sacudió a la ciudad de Celaya, cerca de la segunda sección de Crespo en una subestación de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La madrugada del 5 de julio, entre la 1:15 y las 2:20 de la mañana, estallaron válvulas del gasoducto Guanajuato-Guadalajara, en Salamanca y Celaya, por lo cual debió desalojarse a 5 mil personas de 20 comunidades de Celaya, Cortazar, Salamanca, Valle de Santiago y Pueblo Nuevo. Ese mismo día hubo una fuga de gas natural en Valle de Santiago, aunque sin consecuencias.
Hoy en día, los habitantes de Crespo todavía recuerdan aquel día y el miedo persiste.
Varios habitantes de la segunda sección de Crespo aseguraron que aún recuerda con nitidez el trueno que levantó una columna de fuego, que alcanzaba una altura de hasta más de 100 metros.
El miedo de revivir aquella escena en la que la lumbre iluminaba más de tres metros a la redonda aún los despierta en algunas noches principalmente a los niños más pequeños.
Fue cerca de las 2 de la madrugada que una fuerte explosión originó una llama gigante de lumbre. El calor se podía percibir tan cerca que pensaron que los iba a quemar y a lo lejos, la llamarada se veía en toda la ciudad.
La madrugada del 5 de julio del 2007 una fuerte explosión sacudió a Celaya. Testigos en el lugar manifiestan que se oyó un trueno, e inmediatamente se levantó una columna de fuego, que alcanzaba una altura aproximada de 100 metros.
Ante la magnitud autoridades procedieron a evacuar varias colonias.

de Crespo, Santa María, Michinelas, Ejidal, Las Flores, Jacarandas, Independencia, Rancho Nuevo, Monte Blanco, Arreguín de Abajo y Jofre, entre otras.
La explosión de los ductos de PEMEX no dejó lesionados ni daños materiales en viviendas del lugar, pero deterioró la carpeta asfáltica del Libramiento Sur y el puente que comunica al Salitre con Jofre, además de que dejó en la gente de la ciudad un gran susto. Fue hasta el día viernes 6 de julio que fue controlado el siniestro, esto luego de que se consumió el combustible.
Según datos oficiales el siniestro, que fue atendido por 816 elementos de seguridad y 112 unidades, ya que el mayor conflicto vial se registró en la carretera Celaya-Salamanca y Celaya-Querétaro.
Se desplazó personal de Protección Civil, Bomberos, Seguridad Pública, Tránsito y Vialidad, Servicios de Emergencia como la Jurisdicción Sanitaria III, para evacuar a la gente de las comunidades cercanas.
También participó el Ejército, personal de ductos de gas petroquímicos y refinería, Protección Civil del estado de Guanajuato, del Sistema de Urgencias del Estado, Guardia Municipal, Transporte y Vialidad, Cruz Roja, Policía Federal y Fuerzas del Estado.
En relación a la explosión de los ductos de Pemex y que la gente salió sin rumbo alguno, el director de Protección Civil, Irám Álvarez ha planteado que se cuente con un plan familiar.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *