La Planta de Tratamiento de Agua Residuales del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL) se convirtió en un cementerio de árboles trasplantados.
Ambientalistas estiman que el 90% de los árboles ficus que fueron retirados del Centro Histórico, debido a las obras de remodelación por la Ruta del Peatón, ya murieron.
En el portal “Mapa+Verde” que presentó el diciembre de 2014 el director general de Gestión Ambiental, Fidel García Granados, da a conocer que en los dos primeros años se trasplantaron 28 mil 331 árboles, pero que pocos han sobrevivido.
También informa que se han retirado dos mil 770 árboles y se han talado dos mil 426.
El funcionario presume que a cambio han reforestado la ciudad con 28 mil 331 árboles, sin precisar las zonas.
El pasado 12 de junio, en un recorrido con representantes de los medios en la Zona Centro, Fidel García Granados dijo que por lo menos otros 500 árboles de la especie ficus tendrán que ser removidos.
En el trayecto se verificaron las condiciones de 180 árboles nativos tomando en cuenta asentamientos.
“Este es un reto de mantenimiento, queremos tener árboles en el Centro y tenemos la responsabilidad de mantenerlos, en los que hemos plantado tratamos de no caer en el mismo error”, comentó ese día.
“Estamos en el entendido de que cuesta (sustituirlos) y tendremos que estar en un proceso de visión paulatina”, añadió.
Ambientalistas están en contra de que se siga acabando con la masa forestal en la zona urbana, pues señalaron y demostraron que los árboles que se han trasplantado a las diversas plantas de tratamiento de aguas residuales de SAPAL han muerto por falta de cuidado.
Se quejan ambientalistas
El arquitecto y ambientalista David Ricardo Ibelles Navarro, presidente de la Fundación Rescate Arbóreo, A.C. (Fura), dijo que miles de árboles han sido talados en la presente Administración con el pretexto de proyectos de desarrollo urbano y la promesa de que se les trasplantará.
Un ejemplo es las decenas de árboles que estaban en Cerro Gordo, donde ahora hay dos tiendas de autoservicio, y otro caso son los más de 100 árboles que había en las calles Hermanos Aldama, Pedro Moreno y 5 de Febrero, en el Centro Histórico.
Dijo que los recursos asignados para el arbolado urbano son limitados.
“Debería de manejarse con criterio sustentable. El trasplante de árboles, con todo el protocolo que se debe, es caro y cuando investigamos cuánto costó el trasplante de árboles ficus que estaban en el Centro, nos contestaron que fue de 800 pesos por árbol”, informó Ibelles.
“Además la regidora de Medio Ambiente, Beatriz Manrique Guevara del PVEM, asegura que el porcentaje de sobrevivencia de los árboles es de 80%, lo cual no es cierto. Se debe buscar ser más eficiencia en los pocos recursos que tenemos”, añadió.
Por su parte Franz Ignacio Espejel Muñoz, otro ambientalista, recorrió los lugares donde se trasplantaron los árboles ficus para verificar que la mayoría ha muerto.
Mostró una serie de fotos de la deforestación generada en la ciudad en los últimos años, con el pretexto de rehabilitación de áreas como la Zona Peatonal.
“Se remodeló la Calzada de los Héroes y la realidad es que se convirtió en una gran plancha de cemento. Se olvidaron de reforestar la zona y reponer todo lo que se ha perdido. Es lamentable lo que está ocurriendo en León”, comentó Espejel.
El biólogo y naturista Fernando Araiza Martínez, quien promueve la creación de azoteas verdes para mitigar el cambio climático y la tala de árboles, fue contundente al señalar que áreas como el Parque Metropolitano y las plantas de tratamiento de aguas residuales de SAPAL se han convertido en cementerios de árboles.
“Muchos de estos eran árboles sanos. No se les cuidó y han muerto por cientos en la presente Administración. Los que se reponen son pequeños y no restituyen el daño ambiental que generan”, aseguró.
“Y los pocos que se plantan son dañados por los mismos vecinos. Muchos los destruyen arrojándoles solventes o de plano talándolos de noche”, lamentó.
Juan Francisco González Castrejón, jefe de Intervención al Arbolado Urbano, dijo que los productos químicos de limpieza dañan los árboles y que muchos dueños de comercios y casas los riegan con agua sucia después de limpiar.
Recientemente González fue reconocido como uno de los 27 arboristas certificados en México ante la Asociación Internacional de Arboricultura.
