A veces, cuando Alexis Martínez está compitiendo, canta en su mente.
Eso no quiere decir que la seleccionada nacional en rifle esté desconcentrada, al contrario, el nervio es tanto que busca una manera de disiparlo para poder tirar al centro del objetivo, lograr la mayor puntuación y subir al podio, que espera pronto sea olímpico.
“Cuando tiro se me olvida todo, no pienso en nada, sólo hago lo que tengo que hacer y trabajar para mejorar. A veces canto, incluso cuando compito. Alguna vez terminé tarareando una canción de Cepillín”, asegura la joven de ojos brillantes y después suelta una carcajada, recordando cuando inició en el tiro deportivo, a los 16 años.
Su rostro y su estatura no muestran a una joven de 24 años; pareciera más joven. Y contrario a lo que se piensa, es de Salamanca y no de León, aunque esta ciudad fue el lugar donde su familia decidió vivir.
“Empecé desde muy chica en natación… después me invitaron a hacer pentatlón moderno y antes de León estuve viviendo en Querétaro, ahí fue cunado me llamó la atención el tiro y vi que era buena para eso o al menos en ese momento me agradó mucho”, explica mientra toma de su café late, su bebida favorita.
De jeans azules, tenis de piso, cabello suelto y lentes que hacen resaltar su pómulos, Alexis se ve relajada; cuando encuentra, el momento, no para de hablar y confiesa que a veces, “hablo hasta por los codos y rodillas”.
Pero su presencia en el deporte mexicano va más allá de una apariencia que encanta a los transeúntes. Tiene una cuenta pendiente con los Juegos Panamericanos, en uno de los cuales se inició como seleccionada nacional, en 2007.
“A mí me gustaba mucho tirar rifle y en ese entonces logré estar en un selectivo y pensé que lo había hecho pésimo; tiré 392, en ese momento era el record nacional y yo no sabía, por ese mérito que a lo mejor hice sin querer, me llevó a Juegos Panamericanos y de ahí a la fecha soy seleccionada”, comentó.
Ese fue parte de su despegue y otro escalón se dio en Londres 2012, los Olímpicos en los que no obtuvo medalla, pero logró hacer notar su nombre.
“Fui a Londres pero no tenía aptitudes; ahora quiero ir (a Río 2016) y no sólo ser visitante, quiero una medalla, estoy en la búsqueda y no me queda más que tirar hasta lograrlo. Dentro de mi deporte, que es muy longevo, creo que me quedan varios ciclos olímpicos y daré lo mejor hasta lograrlo”.
Como cualquier joven, ella gusta de la música, rock alternativo en especial, gustos que combina con sus entrenamientos por la mañana y estudia en línea la carrera de Ciencias de la Comunicación, la cual espera terminar lo antes posible, ya que el ritmo de competencias en los últimos años no le permitió completarla de manera normal.
“Por mi forma de ser, creo que me gusta hacerla de bronca”, suelta con una carcajada y continúa: “últimamente me molesta mucho que no se hagan las cosas bien, sé que uno como deportista tiene que hasta cierto punto obedecer, pero tampoco se trata de ser el títere y cuando alguien lo es me molesta mucho, porque detrás de esa situación hay alguien con intereses, que en el deporte mexicano se da mucho”, explica.
La ‘cosquilla’
de competir
Alexis ha pasado por Juegos Olímpicos, Juegos Centroamericanos en dos ocasiones; Juegos Panamericanos, que serán tres con los próximos de Toronto 2015 (arrancan el viernes) y además ha sumado Copas del Mundo, incluida una final de Copas, que en tiro deportivo es la máxima justa.
“Siempre que subo a un podio es como ser un niño con un dulce. Al menos para mí, cada competencia es muy ‘Wow’, como en los dos campeonatos del mundo en 2010 y 2014. No sé si otros atletas después de siempre ganar dejan de sentir ese ‘Wow’, pero yo no y el día que lo deje de sentir, creo que me retiraré”, comenta.
Toma su vaso con café, lo sostiene, vuelve a reír y bebe. Suena su Iphone y en la pantalla aparece el mensaje de Gabi, su mamá. Aquella que en reuniones y con amigos presume los logros de su hija, aunque le diga que no lo haga.
Por ahora, Alexis no tiene entrenador, pero espera en Panamericanos culminar su participación con una medalla, ya que en Guadalajara 2011 se quedó a tres décimas del bronce. Al recordar ese traspiés, deja la sonrisa de lado y la seriedad llega. “Sí, se siente feo”, confiesa.
Alexis ahora no se siente la más novata de las novatas, aunque aún tiene que ganarse un lugar en el top 10 mundial de la especialidad de rifle, su primer objetivo fijo en Río 2016, para donde espera ganar un lugar, aunque a veces el recurso para sus competencias no sea el suficiente.
“No sólo a mí, a muchos deportistas nos piden el 100 por ciento, pero las autoridades a veces no dan su 100. Los atletas tenemos derecho de expresar y repelar las decisiones de escritorio”, lanza.
Con la creencia de que ser y vivir entre humanos es el verdadero reto de la vida, continúa la búsqueda de lo que le haga feliz. Sonriente, confiesa que de vivir en una isla desierta, lo que la acompañaría serían un rifle, su música, su familia, sus dos perros y un buen plato de lentejas.

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