Pedro Arce Rodríguez, ‘Gran Tormenta’, cumplió su sueño de juventud, ser luchador profesional, llegó a alternar con los mejores, duró poco más de 10 años en los encordados; hoy retirado se aferra a la vida, perdió a su señora esposa con quien procreo tres hijos, y una tardía atención médica lo dejó postrado en silla de ruedas al serle amputada su pierna izquierda.
Desde niño nació en él el gusto por la lucha libre pues su papá lo llevaba los domingos y martes a las funciones en la desaparecida Arena Irapuato.
Ya en la juventud comenzó a entrenar con el Dr. Pólux (q.e.p.d.), luego tuvo de maestros al profesor Treviño de la ciudad de León, él fue mi instructor de lucha olímpica, grecorromana, intercolegial y quien le medio la pulida fue el Indio García, también ya fallecido.
Revela el también conocido como Pedro Cruz o Black King que prefirió trabajar que estudiar “Mi papá tenía in negocio y se me hizo más bonito traer dinero, mi papá me ofreció la opción de estudiar pero yo no quise, tomé el oficio de tablajero”, citó sonriente.

Campeón Nacional…
Pedro Arce Rodríguez tiene la edad 54 años y es originario de Irapuato, curso solamente la primaria, mencionó que debutó en este deporte en el año de 1979 contra Joe Raúl en esta ciudad y en
1983 ganó el torneo nacional denominado Novato de Oro en la división de peso completo en el Distrito Federal.
Pero además de este triunfo trajo a su memoria a los gladiadores a quienes despojó de su máscara, entre ellos al Apando Negro, Invasor Azul, así como la cabellera del Loco Sánchez.
De las luchas que dejaron huella en su paso por los cuadriláteros del país Pedro mencionó” Son satisfacciones que tuve de enfrentar a luchadores como; Ultramán, Villano III, Solar, Mogur y al tremendo chacho Herodes, entre muchos más”.
“Realizamos giras por toda la República, en estados como Guadalajara, Colima, Aguascalientes, Oaxaca, México, Veracruz, Tuxtla Gutiérrez, Villahermosa, Puebla, Querétaro y Guanajuato, fueron algunos de los lugares que visité”.

¿Qué te faltó conquistar?
“Bueno, se lograron mis objetivos principales, uno de ellos fue luchar en el Distrito Federal, cuando inicié en la lucha me propuse metas que fui cumpliendo una a una, porque es muy difícil sobresalir en un medio tan competido y me siento satisfecho con lo logrado”, aseguró.
Reveló que aquí inició luchando en el estilo rudo, después como técnico y en el Distrito Federal donde vivió 10 años luchaba conforme a la necesidad del empresario y le gustó dominar los dos estilos.
“La lucha libre es una profesión muy difícil, yo creo que para esto se nace porque los entrenamientos son muy duros, por ejemplo estuve entrenando en la Arena México, comenzábamos a las 6 de la tarde y a las 10 de la noche íbamos saliendo”.

¿Se gana bien en esta profesión?
“Se gana bien cuando ya se es una estrella consagrada, en nuestro caso uno saca los gastos, aunque uno se queda con la ‘espinita’ clavada porque el objetivo realmente no se cumplió al cien por ciento pero me quedo con la satisfacción de haberlo intentado”.
“La verdad en un principio lo vi como deporte y ya después de obtener alguna ganancia, pero no como aquellos grandes luchadores como el Santo, Blue Demon, Mil Máscaras”.
“Muchos luchadores buenos se quedan en el olvido porque no hay quien los patrocine y pues muchas de las veces la calidad pasa desapercibida, hay mucho circo y nosotros que somos luchadores de base en la práctica al ras de la lona ya no figuramos, lamenta”.

Su familia…
“Me case cuando me retiré de la lucha libre, me dediqué a trabajar en la iniciativa privada, tuve la fortuna de tener tres hijos, dos mujeres y un varón, mi esposa desafortunadamente ya falleció, se llamaba Patricia, era originaria de la ciudad de México, allá la conocí, mis tres hijos son un varón y dos mujeres, Gabriel, Brenda y Patricia, los tres nacidos aquí en Irapuato”, señaló en tono triste.

¿Qué sigue para Pedro?

“Pues puedo estar tranquilo y aceptar las cosas como son, únicamente considero ya que no me voy a morir sin haber dicho…pude hacer esto…yo lo intenté, no lo logré, lo logre a medias, pero me siento satisfecho con lo realizado y pues todavía tenemos ambiciones e ilusiones y seguimos adelante hasta que la voluntad de Dios de la oportunidad de estar aquí”.

Su pierna…
“Al tomar el tema su rostro nuevamente se entristece, pero tomando un respiro nos platicó:” Primero me lastimé la columna y el traumatólogo me indicó que necesitaba hacer ejercicio y lo hice, porque a raíz de que tenía mala circulación de la sangre se presentó un coágulo en la pierna izquierda, primero empecé con un dolor de lento a intenso, tuve que irme al Seguro Social, ahí la verdad fue una atención muy tardía y pues ya no hubo más remedio que amputar, esa fue la causa por la cual perdí mi pierna izquierda”.
“Eso le cambia a uno la vida completamente y muchas de las veces uno tiene que depender de otras personas, pero gracias a Dios no nos hemos dejado caer, sí estuvimos tristes un tiempo, pero ahora aceptamos las cosas como son y si esta es la voluntad de Dios, adelante”.
Para concluir Pedro nos reveló que vive de forma muy modesta, pues al no poder desempeñar un trabajo se mantiene con la pensión que recibe del IMSS, lo cual dijo” La verdad es muy poco, pero qué le vamos a hacer, Dios nos da licencia de salir adelante y que no nos falte lo más indispensable, tener que comer y estar sanos”, concluyó.

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