La lluvia no es el clima favorito para los triatletas. Aún así, el rostro más rudo de la naturaleza es parte de esta disciplina y prueba de ello fue el Triatlón Toyota Tricúspide 2015 en el Parque Metropolitano
Panorama gris, cielo nublado y lluvia arman una prueba de resistencia que se sumó a las distancias de natación, ciclismo y atletismo. Un reto extra para los cerca de 400 participantes.
“En la natación fue un poco complicado por la temperatura, pero me gustó mucho que haya llovido porque lo hace más difícil y prefiero las competencias así… éste evento es uno de los difíciles y diferentes”, aseguró Luis Octavio Oliveros Gámez, segundo lugar de la categoría varonil y quien asistirá al Mundial de Chicago.
David Mendoza Sánchez logró la mejor marca en la categoría Elite, con marca de una hora, 20 minutos y un segundo; le siguió Luis Octavio Oliveros con 01:22:46 y en tercero llegó Roberto Calderón Pérez, con 01:28:57.
En la categoría femenil, Sara Roel, Linda Mendoza y Michelle Alvarado se subieron al podio en los primeros tres puestos respectivamente.
“Creímos que la lluvia sería contraproducente pero resultó todo lo contrario. Siempre tratamos de trascender en el trabajo diario y creo que así fue con este evento”, aseguró Federico López, organizador del Triatlón.
El último aliento para llegar a la meta y llevar el cuerpo hasta el límite, producen una sensación confusa, la cual es imposible procesar y te lleva al piso de cansancio. Al menos así lo describieron algunos triatletas, quienes de un golpe se destrozaban las rodillas al chocar con el pavimento cuando caían, por la humedad en la gran mayoría de la ruta.
“Acá cuidamos un poco esa parte con el jueceo para que le bajaran, frenaran, etcétera, y por eso no hubo tantos accidentados”, aseguró López.
El evento tuvo una participación de una cuarta parte de los inscritos en categoría juvenil, quienes pese al cansancio al llegar a la meta, seguían con suficiente energía para meterse por segunda ocasión a la presa El Palote, con el agua helada.