Roberto Carlos Ibarra Pimentel, médico especialista en rehabilitación física, nos comparte en la sección de Bienestar y Salud el tema de desgarro muscular.
Dijo que el músculo esquelético se compone de la fibra muscular, que se encuentra rodeada de tejido conectivo laxo (endomisio), por lo que la fibra muscular es un sincito formado de muchas células unidas por una membrana plástica, conocida como sarcolema, cada fibra de músculo estriado contiene numerosos núcleos que se localizan debajo del sarcolema, son llamadas células satélites que son progenitoras capaces de proliferación y regeneración en el caso de lesiones de las fibras musculares.
Sobre el traumatismo muscular cerrado, señala Ibarra Pimentel que el desagarro muscular consiste en una pérdida de la continuidad de varias fibras musculares con importante reacción vascular, puede existir una ruptura parcial o completa de fibras musculares, la afectación de los vasos sanguíneos se evidencia en un hematoma en la zona afectada, por lo que con esta afección habrá afectado la nutrición del músculo, como la eliminación de desechos de la actividad muscular.
Sobre la curación del tejido muscular, señala el médico que ésta comprende tres fases, siendo la primera de destrucción o fase inflamatoria, que se trata de la ruptura, necrosis de miofibras, formación de hematoma, reacción de células inflamatorias.
Tras la lesión muscular se causan efectos vasculares locales, como enrojecimiento e hinchazón, además de alteración de la sensibilidad, esta fase transcurre entre las 48 y 72 horas después de la lesión.
La fase de reparación, fagocitosis del tejido necrótico, proliferación de miofibras (células satélites) que generan miotúbulos, producción de tejido conectivo (en forma concomitante) y crecimiento de capilares (estimulados por la movilidad).
Mientras que la tercera fase es de remodelación, que son efectos de movilización temprana, uno de los métodos eficaces para la regeneración o remodelación del tejido muscular en rupturas y contusiones musculares consiste en mover, durante las primeras fases de curación, la parte dañada, porque genera muy pocas complicaciones e incapacidades si se compara con otros tratamientos de inmovilización y estiramiento en forma lenta, y estimulan la formación de nuevo tejido contráctil.
Por último, el tratamiento rehabilitador en la unidad consiste en un ultrasonido láser, corrientes interferenciales, diadinámicas, infrarrojo, compresas calientes o frías, masajes y ejercicios fortalecedores.
Mientras que en el campo, una semana de caminata; segunda semana, trote suave; tercera semana, trote fuerte; cuarta semana, trote fuerte con cambios de dirección y saltos; por quinta semana puede hacer actividad física normal.
Por lo que respecta a medicamentos, con analgésicos y antiinflamatorios.
