Hace 33 años, llegó a la Villa Infantil, una mujer bondadosa, cariñosa, solidaria, sencilla, pero sobretodo dispuesta a llenar de amor la vida de cada uno de los pequeñines; su nombre María de Jesús Rodríguez Jiménez, mejor conocida como “Mamá Chuy”.
Por azares del destino, así llegó mamá Chuy a esta institución, donde encontró en la calidez e inocencia de cada uno de los pequeños, un segundo hogar, “Llegue a la Villa porque mi cuñado trabajaba aquí y vine a suplir a la señora de la lavandería, y a la semana me llama el director y me dice: ¿Qué le parece si le dijo que se quede?, le dije nada más en lo que encuentran quien se quede en este lugar yo lo puedo apoyar” recordó mamá Chuy, con una gran sonrisa, pues a la fecha lo que ella aseguró que solo sería temporal, se convirtió en indefinido.
El encariñarse con cada uno de los pequeños, verlos crecer y superarse, es lo que sigue motivando a mamá Chuy a seguir con ellos y no dejar la Villa Infantil “Los veo como mis hijos, antes cuando no había mucho personal, yo me encargaba de ir a las juntas de su escuela, llevarlos al doctor, me preocupo como toda mamá y uno se encariña con ellos” compartió mamá Chuy.
A lo largo de estos años, mamá Chuy a pasado por grandes retos, pero ella asegura que gracias a Dios los ha superado, y que las satisfacciones son mucho mayores, una de ellas que recuerda con gran orgullo, es ver a uno de sus niños, Gerardo Luna, quien llegó a la Villa con escasos años, convertido en un hombre de bien y graduarse de licenciado. “Mi mayor satisfacción es ver que todo lo que he hecho no se ha echado en saco roto, lo que vi llegar lo veo cristalizarse” dijo mamá Chuy, con su calidad y entre cortada voz, que dejó en claro el inmenso amor que le tiene a sus niños.
Mamá Chuy, además de tener 30 hijos que corazón, conoce la gran bendición de dar vida, pues tiene la fortuna de tener en su vida a su hijo Juan Octavio Manriquez Rodríguez, y a sus dos nietos quienes son su completa adoración “Mi nieto más chico ya me dice cuándo te vas a venir con nosotros, siempre me estas diciendo ya merito, pero cuándo, y un día se me ocurrió decir no tengo cuarto y ya ahorita empezaron a hacer una recamara más y me dice aquí será tu cuarto, cuando te vienes” compartió mamá Chuy, quien asegura que dejar a sus niños no es fácil.
Este 10 de mayo, mamá Chuy celebrará con sus niños de la Villa Infantil, pues los domingos, no hay quien la supla para cuidarlos, y además es un enorme placer estar con sus pequeños que tanto quiere.

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