Las reformas fiscales y la Ley contra el Lavado de Dinero han afectado al sector inmobiliario hasta un 30%, aseguraron socios del Colegio de Notarios y de empresas inmobiliarias.
El notario público No. 104, Jesús Luis Vega Castillo, secretario del Colegio de Notarios, reconoció que a raíz de que entró en vigor esta ley disminuyó el número de operaciones y con ello el trabajo para los notarios públicos.
“Sí se redujo el número de operaciones inmobiliarias en por lo menos un 30%, debido a que la Ley de Lavado de Dinero impone muchas obligaciones que evidentemente se ven reflejadas en el sentido de que las personas tienen miedo en hacer pagos en efectivo y que luego lo boletinen a la Unidad de Inteligencia Financiera, donde se detecta quién y qué compra la gente.
“Hay temor de muchas personas. Para los notarios también aumentaron las obligaciones, sobre todo de tener que dar información al fisco que muchas veces te complica la operación. Esperemos que vuelva a tomar su ritmo”.
“Pero la mayor preocupación es cuando los pagos se hacen en efectivo. Ya no pueden pagar más de 560 mil pesos en efectivo. Tienen que pagar con cheque o con una transferencia bancaria y eso limita muchos a personas que no manejan chequera. Personas que no cuentan con cuenta bancaria no pueden pagar. Se inhibió la compra y venta de terrenos, casas”, añadió el notario.
Complica cálculo de impuestos
También la Asociación Nacional de Profesionales Inmobiliarios reportó una caída en las operaciones debido a las reformas estructurales, dado que se ha tenido que recalcular los impuestos en la compra-venta de inmuebles.
José Luis Sandoval Miranda, empresario inmobiliario, dijo que la nueva Ley Antilavado ha generado una gran oferta de viviendas y terrenos, pero pocas ventas.
“Hay muchos comerciantes informales que manejan grandes flujos de dinero. Antes invertían en bienes inmuebles pagando en efectivo y sin ser investigados. Ahora ya no se puede”, explicó Sandoval.
