En la ciudad se han perdido tradiciones como las leyendas urbanas, pero aún se conserva la arquitectura cultural y la tradición culinaria tradicional mexicana.
Así es como el Prof. Fernando Tejeda Alvarado, observa a este municipio donde señala que existe herencia cultural en la arquitectura de cada etapa de la historia, como es el caso de la mesa de Los Laureles, El Cerro del Muerto y Zaragoza, pertenecientes la etapa preclásica del 800 al 200 años antes de Cristo.
El Templo de La Purísima es de la época colonial y se erigió a finales del siglo XVII, además del Santuario del Señor de La Piedad, que se construyó entre los años de 1741-1750; otro monumento es el Puente Cavadas, construído en los años 1932-1933 por Edmundo M. Flores.
Hecho con leche local
Fernando Tejeda dijo que según la historia, la mezcla para construir el puente Cavadas era a base de leche y cal blanca que le daba un aspecto único; los habitantes que tenían ganado otorgaban la producción de un día para su construcción.
El monumento que tardó más tiempo en su construcción fue el Santuario de Guadalupe iniciado en el año 1868 y finalizado en 1944; primero se interrumpió por la Revolución Mexicana, luego se reanudaron los trabajos, pero se volvió a suspender por la Guerra Cristera. En total 76 años tardó.
Otro de los edificios arquitectónicos es el Palacio Municipal, erigido en 1858, siendo propiedad de la familia Silva y Aceves, que eran casas consistoriales, donde aparece una leyenda con ese nombre en la parte alta del edificio.
Sobre la localidad
Hay algunas laborales tradicionales que ya poco se trabajan en La Piedad. Una es la curtiduría, siendo en los barrios de Perros Bravos y La Purísima donde se elaboraban artículos de piel, como eran fundas de pistola, yuntas, entre otros.
En los inicios del siglo XVII, se inició la reboceria principalmente el de seda, y en La Piedad se cultivaba la monera, una planta que servía de alimento al gusano de la seda. Hasta la fecha se fabrica el rebozo, exportándolo al extranjero lo que incluso le dio el nombre al equipo local de futbol.
Otro de los oficios que poco a poco se van perdiendo es el labrado de cantera. Ahora los artesanos del municipio de Degollado continúan con esta labor, sin dejar de reconocer que fueron los piedadenses, quienes les enseñaron.
Por ello, existen edificios en La Piedad y Santa Ana Pacueco construidos con cantera, como es la Ex-Hacienda en Santa Ana, el templo de la Purísima o los portales del Centro Histórico.
De comida y gastronomía
Tejeda Alvarado, señala que el arte culinario tradicional continúa gracias a puestos de cena, que venden ricas enchiladas, tacos dorados, tostadas y pozole.
También existen fiestas patronales y cívicas, costumbre que a la fecha se lleva a cabo, aunque con algunos cambios como los festejos al Señor de La Piedad, el barrio del Carmen, el Santuario y semejantes.
Lo que sí se ha perdido -señala-, son las leyendas como El Dragón de la Purísima, la Piedra del descanso, La Leyenda del Vampiro, Las Víboras de Agua, Las Mariposas Nocturnas, La Visión de los Perros, Posesión de Las Ánimas, y demás.
Las actividades populares en La Piedad, que también se han ido acabando son las fiestas de San Santiago, tradicional fiesta en el cerro donde la gente iba a comer; había palo encebado, verbena, venta de frutas y dulces, además de la fiesta en Santa Ana, que era muy similares.

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