Los cinco goles que Querétaro concretó el sábado pasado sólo confirman el desastre que en el Clausura 2015, León ha sido defensivamente hablando. 23 goles en contra no pueden estar equivocados, 10 de ellos en los últimos dos encuentros.
La Fiera regresó a la Primera División gracias a una zaga fuerte que se entendía a ciegas, y que si bien no ha cambiado mucho desde entonces, ha llamado la atención en esta campaña debido a sus distracciones y falta de concentración.
Los números no mienten, esas irregularidades han provocado que los Esmeraldas sumen 23 anotaciones en contra hasta la jornada 12; sólo cuatro goles de diferencia con su peor cifra desde que abandonaron la Liga de Ascenso: 27 dianas cerraron el Apertura 2014.
Con el pie izquierdo se levantó León en el 2015, pues el Clausura también ha sido marco de escandalosas goleadas destacando las ocurridas ante Monterrey y Gallos, y es que antes de este año, el cuadro verdiblanco no admitía más de cuatro goles en contra en un sólo encuentro y regularmente marcaba uno o dos anotaciones.
Debido a esto, el cuadro de Juan Antonio Pizzi es el peor en la tabla de defensivas luego de dos jornadas consecutivas recibiendo cinco goles en cada una, cosa que también los coloca en la clasificación general como el penúltimo equipo del torneo.
Sólo la terrible campaña de Morelia impide a León ubicarse en el sótano general, sitio que ha ocupado en contadas ocasiones pero que al paso que van, parece el destino lógico.
