Además de triunfar en la música, Andrea Echeverri busca la igualdad de género, valor que no encuentra en el mundo del reguetón, propuesta a la que considera machista e irrespetuosa hacia la mujer.
Por eso, en su nuevo disco en solitario, “Ruiseñora”, que saldrá a la venta en México a finales de mes, decidió incluir el tema “Mételo”, en el cual muestra su descontento por el uso superficial de la mujer en el estilo musical originario de Panamá.
“El reguetón me parece ofensivo para la mujer. Una vez estuve en unos premios, vi un pedacito de un show y el chico cantaba que se había acostado con una chica y no sabía el nombre. Me pareció estúpido, adolescente y ofensivo.
“A partir de ahí la canción (‘Mételo’) salió para decir que el cuerpo de una mujer es autónomo, que el que sea imagen de la publicidad es dañino para una misma, que el hombre confunde roles y hay una imagen (errónea) de una mujer caliente en todas partes”, comentó la cantante de Aterciopelados en entrevista telefónica desde Bogotá, Colombia.
La intérprete de “Florecita Rockera” y “Caribe Atómico” defiende, en su tercer álbum solista, la búsqueda de una mujer independiente, el respeto a todas por igual y la igualdad de género y oportunidades.
“El concepto feminista tiene que ver con una mujer independiente, enamorarse de una misma, construir un mundo propio, fortalecer los valores y defender la posición de la mujer en la sociedad.
“También me hago preguntas como ¿dónde está el movimiento libertario?, ¿a dónde nos llevó?, ¿por qué están todas las chicas bailando tubo, si eso es una práctica de la prostitución?”, dijo la colombiana, de 47 años.
El machismo, la violencia intrafamiliar, las violaciones y el reducido poder político que tiene el sexo femenino en el mundo también influyeron en las letras del álbum.
“Ruiseñora”, que cuenta con 13 canciones, fue producido y grabado en su totalidad sólo por Echeverri en un estudio que improvisó en su hogar, en Teusaquillo, con la intención de encontrar su propio sonido y arropar sus canciones.
Parte de la esencia natural de su nueva producción es que cuenta con un sonido orgánico, carente de batería y bajo eléctrico e inspirado por su profesión como ceramista.
“(El disco) No tiene batería, las percusiones están basadas en el cajón peruano, maracas, shakers… todos instrumentos con semillas en su interior que hacen que cuando lo escuches (el sonido) tenga una textura respiratoria”, explicó Echeverri.
Dicha particularidad propició que un periodista, cuyo nombre no recuerda, haya bautizado su álbum con el género “rock semilla”.
“No tiene un bajo eléctrico pero sí tiene una leona, un instrumento típico del son jarocho que me recomendó Susana Baca en un viaje que hice a México para un encuentro con chicas”, agregó la ganadora del Grammy.
Respecto a su trabajo con Aterciopelados, Echeverri comentó que volverá a reunirse con Héctor Buitrago, su compañero, en 2015.
FRASE
“¿Por qué están todas las chicas bailando tubo, si eso es una práctica de la prostitución?”.
Andrea Echeverri
Cantante
