Inexplicable es el dolor de una madre al saber que ha perdido a uno de sus hijos y que le fue arrebatado de su vida a causa de un “juego” llamado bullying.
Fue a causa de una infección, que el pequeño Jonathan Ortiz, de siete años, estudiante de la escuela primaria urbana federal Valentín Gómez Farías turno vespertino, murió el sábado por la mañana en el Hospital Pediátrico del IMSS en la ciudad de Guadalajara.
Ese día por la mañana, sus padres estaban en la capilla del hospital y rogaban con todo su fervor a Dios que su pequeño mejorara de salud; justo cuando iba a comenzar la misa fue cuando les mandaron hablar y les dieron la terrible noticia.
Al parecer el agua en el que fue sumergido su rostro fue tragada por Jonathan y parte del líquido se alojó en sus pulmones, generando una infección que al no ser tratada a tiempo le provocó la muerte.
“Lo que le hicieron a mi niño ya está hecho, yo lo que pido es que no se fomente el bullying en las escuelas; de ser necesario que contraten un vigilante para que esté cuidando a los niños aunque sea a la hora del recreo”, dijo María del San Juan Ávalos de la Cruz, madre del pequeño.
“Cuando mi niño era atendido en el hospital (IMSS T7 de Lagos de Moreno) llegó un licenciado que del Ministerio Público y dijo que no iba a proceder porque no le encontraron nada (signos de violencia); ya cuando estábamos en Guadalajara unos parientes se presentaron ante la Agencia del Ministerio Público en la Unión de San Antonio para levantar la denuncia de manera formal, para ese entonces ya sabíamos lo que le habían hecho”.
“Fue un niño que le dicen ‘Beto’ junto con otros dos, quienes lo metieron al baño y lo sumergieron en una taza; en estos días se hicieron unas juntas en la escuela y allí los profesores dijeron que ellos eran maestros, no niñeros”, comentó.
“De ahora que pasó lo de mi niño comenzaron a averiguar y al hablar con el tal Beto, le comenzaron a preguntar y resultó de que quiso abusar de una niña y que golpeaba a más niños; está un psicólogo atendiendo a los otros niños de la escuela para ver quiénes más tenían problemas con él.
“De todo esto de las reuniones yo me enteré mientras estaba en Guadalajara y la presidenta del DIF fue quien comenzó a mover las cosas allí en Tlacuitapa y uno de los empleados de allí comenzó a darle razón a mi marido, le hablaba para decirle cuáles eran los avances que iban teniendo. Yo digo que el que le hizo eso a mi hijo merece un castigo, lo que hizo le costó la vida a mi niño y si se le deja así podría hacer algo peor.
“Cuando Jonathan iba a entrar a la primaria yo dije que quería darle estudios a mis hijos y lo llevamos a la primaria de Tlacuitapa, al principio estaba en la mañana pero como la maestra le dejaba mucha tarea, cosas que ni nosotros entendíamos y mejor lo cambiamos a la tarde.
“Todos los días se levantaba temprano, hacía su tarea y nomás se la pasaba viendo el reloj esperando a que se hiciera la una y media de la tarde para llevarlo a la escuela, le gustaba mucho; era alegre, cariñoso con nosotros y sus abuelos, tiene un hermano más chico de un año al que siempre abrazaba y cargaba, por eso cuando comenzó con este problema nosotros nos dimos cuenta de inmediato porque su estado de ánimo cambio”, agregó.
La escuela primaria, se ubica a 7 kilómetros de la comunidad de Encinillas, para llegar a ella, se debe de tomar un trayecto de dos kilómetros de terracería y cinco más sobre una carretera estatal.
María del San Juan Ávalos y Jonathan Ortiz trabajan en una granja porcícola, lo que ganan no les ajusta para pagar el funeral de su hijo, que es velado en la sala de su casa, un humilde hogar.
Al centro de la sala está un pequeño ataúd blanco, rodeado de sus familiares y compañeros de escuela quienes llevaron una ofrenda de flores; cerca de él está una imagen de la Ascensión de Cristo; el silencio de la noche sólo fue interrumpido con los rezos de los presentes, el sonar de una guitarra y un llanto que expresa el dolor de la pérdida de un ser amado.
La misa de cuerpo presente, será a las cuatro de la tarde en el templo del Rosario en San Juan de los Lagos y posteriormente será sepultado en el panteón Jesús María y José.

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