La responsable sanitaria del asilo de ancianos Divina Providencia, Genoveva García, menciona que la falta de comunicación ha causado diferentes situaciones de conflicto, desde el hecho de su “aparente” despido, hasta el que ella no haya firmado ninguna de las actas de defunción de las seis personas fallecidas en este año, dado que no se le informa de lo que sucede hasta días después de que se llevan a los ancianitos.
“Mis días de visita y horarios son dispersos, pues sólo asisto por dos horas de 6 a 8 de la noche, pero cuando regreso a la visita médica se me informa de los decesos, no en el momento, de tal manera que desconozco quién o bajo qué argumentos se firmen estas actas, qué médico no tratante esté firmando el acta sin conocer los antecedentes, si sufrieron una caída, una insuficiencia, una hernia, etc. Si no conoce el expediente”, expuso.
En este sentido, quien fuera la doctora de los ancianos menciona que a la fecha de esta entrevista el señor Francisco Meza Pérez fue internado por una caída en la que sufrió fractura de cadera, y el informe menciona que “vino la madre y aquí lo dejó”, sin expediente y sin que el ancianito cuente con el servicio.
La doctora señala que ella habló con la Madre respecto a la importancia de tener un médico, una nutrióloga y una trabajadora social. “Hay instrucciones sobre qué alimentos debe tener cada quien, pues no todos pueden comer lo mismo”, señala Genoveva.
En este sentido menciona Genoveva García que los ayunos son muy prolongados para los ancianitos, pues la merienda es a las 4 de la tarde y hasta las 8 de la mañana del siguiente día vuelven a probar alimento.
Entre otras cosas la doctora menciona que sí hay cucarachas, y dice que una vez que renovaron la cocina se quitó mucha infección de estos animales, pero que en las habitaciones siguen.
“Hay muchas anomalías y ojalá pudieran hablar con las ancianitas en privado, con aquellas que están bien de sus facultades mentales, porque tienen mucho qué decir”, agregó.
Al cuestionarle a la doctora si hay violencia o si es verdad que amarran a los ancianitos, respondió: “Yo los he visitado en ocasiones antes de que se duerman porque sí hay una persona a la que amarran y me he cerciorado de que no la aten de forma que le corten la circulación, pero violencia es violencia”.
Desconoce cuál es su situación ya que se enteró de que solicitaban un encargado sanitario para el lugar por un comunicado vía correo electrónico en el que por medio de Presidencia Municipal la madre solicitaba una persona.
“Hasta la fecha a mí no se me ha notificado nada, yo insisto en la falta de comunicación y estoy en la disposición de trabajar o bien dejar el cargo como lo solicite la madre a mi persona”.

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