Con un fresco toque de elegancia y juventud, María José Verduzco Spíndola ingresó al templo del Hospitalito, con la firme intención de agradecer a Dios por sus 15 años de vida.
Frente al altar de Dios, el padre Félix compartió con María José la responsabilidad que adquiere al llegar a esta nueva etapa de su vida.
En la misa de acción de gracias, la quinceañera estuvo acompañada por su mamá, Miriam Spíndola, quien agradeció a Dios el permitirle ser testigo de uno de los acontecimientos más importantes en la vida de su hija.
Como padrinos, María José eligió a Héctor Puente e Ingrid Spíndola, quienes con gusto aceptaron la enorme responsabilidad de guiar a su ahijada por el camino correcto.
Más tarde, en el restaurante-bar La Leyenda, María José invitó a sus amigos a celebrar sus 15 años de vida.
Por varias horas, los asistentes disfrutaron de un original festejo acompañado de deliciosos bocadillos y bebidas de su preferencia.
Especial tarde-noche compartió María José al lado de sus seres queridos, quienes se encargaron de hacer de su cumpleaños una fecha inolvidable.

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